Un cacerolazo ciudadano protagonizó el movimiento “No a la Marina del Club de Yates de Papudo”, que busca detener este proyecto por considerar que tendrá un dañino impacto ambiental en el sector de Playa Chica.

La convocatoria culminó con cerca de 800 personas de todas las edades, reunidas en la Costanera, con cacerolas y pitos, manifestándose de forma pacífica con grandes lienzos alusivos a la causa que engalanaron el lugar.

La vocera de la agrupación, Pilar Vigneux, calificó como una aberración el proyecto:

La dirigente lamentó no contar con el apoyo de la alcaldesa de Papudo, Rosa Prieto, ya que el municipio es concesionario de una parte del proyecto, específicamente del muelle público. De hecho, el proyecto lleva el nombre de marina deportiva y embarcadero municipal.

La construcción de la marina para estacionar embarcaciones en el Club de Yates y la pugna que se ha generado entre quienes defienden la biodiversidad del sector y los propietarios de las fastuosas embarcaciones, no es nueva.

El primer intento de llevar a cabo este proyecto se efectuó en 1993, cuando fue desechado por considerarse demasiado invasivo. Tenía una capacidad para 200 yates y finalmente el 30 de agosto de 2011, la Comisión Regional de Medio Ambiente de Valparaíso calificó positivamente el actual proyecto.

@NoalaMarina

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