Un fuerte operativo de seguridad fue desplegado en las ciudades argentinas donde este jueves y viernes se produjeron saqueos a comercios y supermercados que dejaron un saldo de dos muertos, varios heridos y cientos de detenidos, mientras funcionarios y la opositora central obrera CGT se culpan mutuamente.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires reforzó con unos 3.000 policías el patrullaje en la poblada periferia de la capital argentina, donde el viernes se produjeron violentos incidentes en San Fernando, Zárate y Campana (zona norte), cuando centenares de personas saquearon comercios y supermercados.

Los incidentes dejaron dos muertos en Rosario, la tercera ciudad de país a 300 km al norte de Buenos Aires, donde una mujer murió desangrada por las heridas que le provocó el estallido de una vidriera y un joven recibió una herida de bala, mientras hay otros dos heridos graves, según los reportes policiales.

Un policía permanece en coma tras sufrir hundimiento de cráneo al ser golpeado por saqueadores en San Fernando.

El secretario de Gobierno de Rosario, Fernando Asegurado, afirmó que la ciudad “regresó a la tranquilidad y pasó una noche sin incidentes”, aunque informó que el operativo especial de seguridad “se mantendrá al menos hasta el 1 de enero”.

El jefe de Gabinete, Juan Abal Medina deslizó el viernes que los informes recibidos “hablaban de la presencia (en los saqueos) de camioneros” el gremio que lidera Hugo Moyano, titular de la CGT.

Moyano estimó que al gobierno “le dolió muchísimo el paro nacional del 20 de noviembre y la movilización (del miércoles a Plaza de Mayo), a la que fue mucha gente a pesar de que lo quieren desvirtuar, (por eso) ponen en funcionamiento toda una maniobra para desprestigiar y descalificar a los dirigentes que no comparten su política”.

Desde la Iglesia Católica, el culto mayoritario del país, el titular de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, consideró que los incidentes “parecen ser operativos organizados tendientes a instalar el tema del descontrol social”.

Reportes policiales señalaron que hubo saqueos e incidentes en distintas ciudades de las provincias de Tucumán, Corrientes (noroeste), Chaco, Misiones (noreste) Córdoba (centro) y Río Negro (sur).