Venezuela denunciará “en las próximas horas” la Convención Americana de Derechos Humanos para salirse de la Comisión (CIDH) y la Corte homónimas, aunque con esta decisión no busca romper con la Organización de Estados Americanos (OEA), informó este jueves el canciller Nicolás Maduro.

“En las próximas horas ya se está entregando en Washington, en la oficina del Secretario General (de la OEA) el documento oficial de denuncia de la Convención Americana”, dijo Maduro a la AFP refiriéndose al pacto firmado en 1969 que encarga a la CIDH y a la Corte IDH la protección de los derechos humanos en el continente.

Venezuela se ha visto “obligada a denunciar esta Convención, a salirnos de la Comisión, de la Corte y escoger otro camino muy distinto del abuso que ha cometido esta gente”, agregó el canciller en un acto político del presidente Hugo Chávez.

Pero Maduro aclaró que Venezuela seguirá “siendo miembro de la OEA”.

A finales de abril, Chávez anunció su intención de abandonar el sistema interamericano de derechos humanos de la OEA, pero la decisión parece haberse acelerado tras un reciente dictamen de la Corte IDH contra Venezuela.

La semana pasada, la Corte, con sede en San José, responsabilizó al Estado venezolano de “tratos inhumanos” a Raúl Díaz Peña durante sus seis años de reclusión en Venezuela por participar en los atentados con bomba contra sedes diplomáticas de España y Colombia en 2003.

En septiembre de 2010, Díaz Peña, tras ser trasladado a un régimen de prisión abierta, salió clandestinamente del país y buscó refugio en Miami, donde tiene pendiente una solicitud de asilo político.

Este jueves, Chávez, que ha criticado fuertemente a ambos organismos de protección de derechos humanos, se refirió a la sentencia y denunció que la “CIDH apoya el terrorismo” y es “un brazo del imperio para agredir a Venezuela”.

“Así como nos incorporamos en una época, igual podemos salirnos, somos un país libre”, aseguró el mandatario, rechazando que la medida atente contra la Constitución venezolana, redactada en 1999 cuando llegó al poder.

Chávez también acusa a la Comisión de haber reconocido al gobierno golpista que lo sacó brevemente de la presidencia en 2002.

“La comisión reconoció el gobierno golpista y negó el apoyo al presidente Hugo Chávez (…), a partir de ahí se inició una serie de acciones que convirtieron a la Comisión y a la Corte en instrumentos de desestabilización”, dijo este jueves el canciller.

De hecho, Venezuela se niega desde 2002 a aceptar visitas de la CIDH, un organismo autónomo de la OEA, que sólo puede emitir recomendaciones y solicitudes de protección para demandantes, y que tiene crónicas dificultades financieras.

La decisión de Venezuela, que Estados Unidos consideró esta semana que envía un mensaje “lamentable para sus vecinos”, no tiene precedentes en la región.

Un país puede salirse definitivamente de la Corte si denuncia la Convención, pero requiere de un año de preaviso, durante el cual puede seguir siendo demandado ante ese alto tribunal, según fuentes de la OEA.

Para la internacionalista Elsa Cardozo, romper con la CIDH y la Corte IDH atenta contra “una pieza central del sistema interamericano de la OEA”, la única organización continental, que agrupa a 34 países en la actualidad y que mantiene en suspenso desde 1962 a Cuba.

“Es una manera de separarse de la OEA (…), significa marginarse de la OEA porque se están incumpliendo sus compromisos”, dijo a la AFP Cardozo, académica de la Universidad Central de Venezuela.

“Es una medida muy grave que coloca al país en una condición muy poco respetable internacionalmente”, agregó la analista.