La guerrilla comunista de las FARC descartó por el momento retirarse de los territorios indígenas de la región del Cauca como le exigieron las autoridades aborígenes que también reclaman la salida de la fuerza pública, según una carta de su jefe máximo Timoleón Jiménez.

“Si el Ejército, la Policía y los paramilitares salen del Cauca, si termina su guerra contra indígenas, campesinos, mineros y pueblo en general, nosotros no tendremos problemas para salir también”, escribió Jiménez en una carta fechada el pasado 20 de julio y publicada este miércoles en el sitio internet www.farc-ep.co.

“El problema de ustedes no puede ser examinado a la simple luz de la no presencia del Ejército o la guerrilla en los resguardos, porque como dice (el presidente Juan Manuel) Santos, el Ejército jamás va a abandonar sus bases”, dice también la comunicación.

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, reafirmó esa posición del gobierno, y en declaraciones a periodistas acusó a las FARC de mentirle al país y denunció que sus jefes no están viviendo en Colombia, pero no precisó dónde estarían.

“Ahí está pintado ese grupo terrorista, ojalá pudieran algún día decir la verdad, las FARC lo que han hecho es mentirle de manera permanente a Colombia”, dijo a periodistas que lo interrogaron sobre el pronunciamiento de esa guerrilla.

El ministro anunció que por el contrario, en el Cauca la fuerza pública va a continuar presionando a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). “Ese es el mensaje a esa organización”, puntualizó.

La misiva del grupo guerrillero responde a otra que la asociación de cabildos indígenas del norte del Cauca dirigió a Timoleón Jiménez, cuyo verdadero nombre es Jorge Briceño, en la que pidieron a la guerrilla salir de sus territorios, duramente afectados por la confrontación con el Ejército y la policía, y evitar la afectación de la población civil.

La etnia Nasa-Paez, de unas 130.000 personas, se ha declarado neutral en el conflicto armado de Colombia, y reclama que los indígenas sean respetados en esa posición, lo que implicaría no ser reclutados y que no se produzcan combates ni hostigamientos en sus territorios.

Sin embargo, en su carta el jefe de las FARC enfatizó que “si a nuestra gente llegan muchachos indígenas sanos, desesperados por la miseria en que crecieron, ansiosos por luchar para mejorar la suerte de su pueblo, no los rechazamos. No podemos, así es la lucha”.

En las últimas tres semanas, la comunidad Nasa-Paez ha adelantado acciones para expulsar a la fuerza pública y a la guerrilla de sus resguardos, con la destrucción de trincheras y de armamento, la ocupación por 24 horas de una base militar y la detención de cuatro guerrilleros a los que castigaron a latigazos.

Los cabildos indígenas comenzaron esta semana un diálogo con el gobierno de Santos para buscar soluciones a la situación en el norte del Cauca, una zona de fuerte presencia guerrillera, donde también hay importantes cultivos de coca y que sirve de corredor estratégico para la salida de drogas hacia el océano Pacífico.