Campeón olímpico y doble campeón del mundo de los 50 metros libres, el nadador brasileño César Cielo Filho tiene una nueva cita con la gloria en el Centro Acuático de Londres, donde buscará además reivindicarse tras la polémica por su dopaje positivo del año pasado.

“Me siento en la mejor forma de mi vida”, comentó recientemente el paulista de 25 años, que detenta los récords mundiales de 50 y 100 metros libre, logrados cuando eran permitidos los bañadores de poliuretano, prohibidos en 2010.

Los brasileños todavía recuerdan sus lágrimas de emoción al salir del agua del “Cubo” de Pekín el 16 de agosto de 2008, cuando se impuso en los 50m libre y dio a Brasil la primera medalla dorada de su historia en natación.

La imagen se repitió en el Mundial de Roma-2009, donde completó un histórico doblete en el sprint al ganar también en los 100m libre, una hazaña que solo han logrado en la historia tres nadadores.

Todo era color rosa en la carrera de este joven de físico impresionante (1,95 metros de altura, 88 kilos), que había probado con el judo y el voleibol antes de decidirse por la natación, hasta que en mayo de 2011 dio positivo en un control antidopaje.

Lo que siguió fue una polémica que empañó al nadador, ya que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) no lo suspendió y le permitió competir en el Mundial de Shanghai-2011, aceptando su versión de que el positivo por furosemida, un diurético, fue producto de un complemento vitamínico.

Cielo pagó de inmediato la sospecha que despertó su caso y fue abucheado por el público chino al recibir las medallas de oro de 50m libre y mariposa, cargando además con críticas de varios nadadores que no vieron con buenos ojos que se le permitiese competir.

“No se preocupe de los otros”, dice una de las frases que la estrella brasileña suele colgar en las paredes de su casa como método de motivación, y que probablemente lo ayudó en aquel difícil periodo -”Es el mayor alivio de mi vida haberlo superado”, diría más tarde.

En los Panamericanos de Guadalajara-2011, impuso su autoridad y se llevó cuatro medallas doradas y un par de records en 50 y 100 m libre, para ayudar a Brsil a situarse segundo en el medallero general de natación detrás de Estados Unidos.

Hijo de un médico pediatra y una profesora de educación física, Cielo espera que el tiempo cure las heridas y que cuando se ponga en marcha la acción en Londres el incidente del dopaje haya quedado en el olvido.

Cielo ya ha dicho que quiere seguir los pasos de sus dos ídolos, el ruso Alexander Popov y el estadounidense Gary Hall, que ganaron dos medallas de oro consecutivas en los 50m libres (Popov en 1992 y 1996, y Hall en 2000 y 2004).

Pero la cosa no será sencilla en Londres: el australiano James Magnussen -campeón mundial de los 100m libre- ya advirtió que hará todo lo posible por convertirse en el nadador más rápido de la historia.

En su última competición antes de Londres, Cielo venció al francés Florent Manaudou por apenas una centésima en la final de los 50m libres del torneo de Sette Colli, en Roma.