El presidente Barack Obama visitó este viernes los restos de un vasto incendio en Colorado (oeste de EEUU), que hasta el momento dejó dos muertos, destruyó cerca de 350 casas y obligó a evacuar a 36.000 personas.

“Ya se trate de los incendios de Colorado o las inundaciones en el norte de Florida, cuando es golpeado por desastres naturales como éstos, EEUU se une. Debemos asegurarnos de que podemos contar los unos con los otros”, dijo Obama poco después de su llegada a la zona.

“La población tiene el corazón partido”, declaró Obama antes de rendir homenaje a los bomberos, “verdaderos héroes”, con los que se reunió en medio de los escombros y las ruinas aún humeantes.

“Ponemos a disposición todos los medios que tenemos para intentar combatir uno de los peores incendios que se hayan conocido en Colorado”, dijo.

El jueves de noche Obama declaró “el estado de catástrofe” en Colorado, una decisión que permite transferir fondos federales a las autoridades del estado y a los organismos públicos locales.

El incendio se desató el sábado y penetró el martes en la ciudad de Colorado Springs, la segunda del estado, situada a unos 100 km al sur de Denver, la capital. Fue el más grave de la historia en términos de daños provocados.

El jefe de la Policía, Pete Carey, anunció el viernes con la voz quebrada que se había encontrado un segundo cuerpo en la casa donde el jueves de noche los oficiales habían hallado un primer cadáver calcinado.

La Policía teme que el saldo de víctimas aumente. “Tenemos llamados de gente que nos dice que no tienen noticias de algunas personas”, precisó Barbara Miller, portavoz de la Policía.

Según el sitio oficial de seguimiento de incendios, el Waldo Canyon Fire destruyó 6.800 hectáreas de vegetación. Las causas del incendio, controlado en un 25% el viernes de noche, siguen siendo desconocidas.

Las decenas de miles de evacuaciones obligaron a abrir varios centros de acogida. La ciudad puso a disposición de los evacuados ordenadores portátiles para que puedan consultar sus correos electrónicos e inscribirse en el sitio de la Cruz Roja “Sano y Salvo”, para hacer saber a sus familiares y amigos que están en un lugar seguro.

Los bomberos de Colorado combaten varios incendios, en particular al “High Park Fire”, cerca de Fort Collins (100 km al norte de Denver), que destruyó 35.000 hectáreas de vegetación y que está controlado en un 85%.

Cerca de 40 incendios están afectando actualmente al oeste de Estados Unidos, sometido a temperaturas de canícula. Los más importantes involucran a los estados de Colorado, Utah, Montana, Nuevo México e incluso Alaska.