La mala distribución de la riqueza y los problemas derivados del tráfico y consumo de drogas estarían tras el incremento del 30,2% que experimentaron, según la ONG Activa, los secuestros en el país durante 2011, afirmó el sociólogo de la Universidad San Sebastián, Carlos Livacic.

Las regiones Metropolitana, de Valparaíso, Antofagasta, Bío-Bío, Tarapacá y O’Higgins, fueron las que más secuestros registraron el año pasado, lo que revelaría la vulnerabilidad de las zonas más pobladas, en cuanto a este tipo de delitos.

“El problema se presenta en mayor medida en urbes con mayor nivel de inversión. Lo que sucede en Santiago también es preocupante, ya que afecta a comunas de gran concurrencia, más alejadas, donde es más difícil controlar. Son sectores donde los delitos tienen poca connotación pública”, sostuvo Livacic.

El sociólogo de la Universidad San Sebastián enfatizó en la vulnerabilidad de mujeres y niños frente a este delito, específicamente a raíz de la violencia que ejerce el delincuente cuando ejecuta un secuestro.

“El aumento en el número de secuestros es una gran preocupación porque se trata de delitos que implican un gran nivel de violencia, y eso probablemente garantiza su efectividad. Estábamos acostumbrados a que este tipo de situaciones se diera aisladamente en los sectores altos, pero hoy es transversal”, manifestó el especialista.

Consumo de drogas
A juicio del experto, el aumento en este tipo de delitos se debe al alto desarrollo de problemas relacionados con la drogadicción en sectores de bajos recursos.

Livacic expresó que “en muchos casos el móvil tiene que ver con el tráfico o consumo de drogas, frecuentemente el delincuente se encuentra bajo los efectos de la droga. Esto también se relaciona con el desarrollo desigual del país, influye en gran medida la deficiente distribución de la riqueza”.

Por otra parte, el sociólogo afirmó que el plagio “es un delito de fácil ejecución, y en eso se basa su peligrosidad. Este tipo de ilícitos podría seguir aumentando, por lo que habría que apelar a la institucionalidad, probablemente aumentando la sanción y efectividad de las penas”, finalizó.