A fines de mayo se lanzó publicamente Mars One, un ambicioso proyecto público-privado cuya finalidad es establecer el primer asentamiento humano permanente fuera de la Tierra para 2023, teniendo como base el planeta Marte.

La idea está siendo promovida por el premio Nobel de física, el profesor holandés Gerard ‘t Hooft, pero requerirá más que sólo financiamiento e ingenio tecnológico, ya que para comenzar realmente la colonización del espacio, se exigirá a los voluntarios -quienes pueden ser de cualquier nacionalidad- que pasen el resto de sus vidas en el planeta rojo.

El dilema entonces es claro: ¿aceptarías pasar el resto de tus días en un planeta desolado por tener el honor de ser uno de los primeros seres humanos en colonizar el espacio?