El director más polémico del cine galo presentó en la competencia su película ‘Holy Motors’, que incluye constante provocación y se aleja completamente de los parámetros convencionales.

El quinto largometraje del singular cineasta francés Leos Carax se dejó ver hoy en el Festival. ‘Holy Motors’ (Motores santos) llega a las pantallas 13 años después de su anterior largometraje, ‘Pola X’ y dos décadas más tarde de ‘Los amantes del Pont Neuf’, aquella magnífica película que lo instaló como un autor inclasificable en el panorama del cine contemporáneo.

En este nuevo filme, Carax se reúne una vez más con su actor favorito, Denis Lavant, y lo instala como un excéntrico ‘hombre de las mil caras’ que se pasea en una limosina por París y se disfraza de 11 diferentes personajes.

La limosina -conducida por la insuperable Edith Scob, actriz de Ruiz, Buñuel, Franju y Assayas- funciona como un cuartel general del camuflaje, ya que en su interior, Lavant se transforma en millonario, vagabundo, asesino y otras criaturas delirantes.

En sus aventuras, el protagonista se cruza con la modelo Eva Mendes, ese portento de la actuación en cine que es Michel Piccoli y la cantante Kylie Minogue, ademas de verse involucrado en varias insólitas situaciones. Una de estas incluye un largo desnudo de Lavant, con erección incluida; en otra, lo vemos asustar a quienes caminan por el cementerio de Pere Lachaise y terminar devorando el dedo de una mujer.

René Naranjo

René Naranjo

La película es desigual en sus diferentes escenas pero mantiene el interés a causa de la curiosidad por saber lo que hará enseguida el desaforado protagonista y gracias a la capacidad de Carax de crear algunos momentos intensos, como las dos canciones que se interpretan en el relato y su mirada sobre los distintos rincones de esa Ciudad Luz que adora. En su búsqueda de escenas inesperadas y conjunciones poéticas, el director entrega una divertida conversación entre limosinas, que dialogan sobre un eventual fin de su vida útil a través de intermitentes encendidos de sus luces traseras.

‘Holy Motors’ no es, ciertamente, una cinta que responda a alguna lógica predecible. Por el contrario, avanza a punta de sorpresas y arrebatos, de los cuales no está exento el humor ni una evidente atracción por la paradoja. El de Carax sigue siendo un cine único y difícilmente exportable, especie de barca solitaria en el mar de las imágenes que no buscan explicar nada y que están ajenas a cualquier aspiración de convertirse en un negocio.

René Naranjo Sotomayor es periodista, crítico de cine y profesor de cine, con una trayectoria de más de 25 años en medios de prensa escritos, radio y TV, de Chile y el extranjero. Esta es la octava vez que cubre el Festival de Cine de Cannes. Puedes seguirlo en su cuenta de Twitter @renenaranjo