Este fin de semana en el Consejo de la UDI asume la nueva Directiva Regional del Bío-Bío. Está precedida por divisiones internas; dos sectores que contraponen posiciones y más aún que todavía no definen candidaturas municipales. Eso sí, todos dicen estar dispuestos a trabajar en armonía.

No hubo consenso partidario como lo esperaba uno de los sectores políticos que convive en la Udi regional, específicamente el grupo liderado por los hermanos Van Rysselberghe, quienes pensaban en una nueva directiva regional que entregara garantías para todos los militantes. En su momento Jacqueline Van Rysselberghe, ex Intendenta del Bío-Bío, expresaba que sólo buscaban equilibrio para que cuando un militante recibiera ataques, la directiva saliera en su defensa y no guardara silencio.

Y es que los resquemores internos radican luego de la salida de Van Rysselberghe de su cargo regional, cuestionada y mal evaluada, sin que las defensas corporativas surtieran efecto en su caso. De allí deriva guerra interna y los bandos reconocibles.

Al Senador y secretario general de la UDI, Víctor Pérez, se le reconoce por su transversalidad y buenas relaciones con ambos sectores.
Pero los demás parlamentarios registran sector claro. El presidente regional saliente, el diputado Jorge Ulloa lidera un equipo y es seguido por el nuevo presidente electo Iván Norambuena. Se disputan la simpatía del diputado Sergio Bobadilla que al conformar la nueva directiva como secretario ya se sumó a este último sector, misma situación para el ex seguidor del sector Van Rysselberghe, Joel Rosales.

Pero, ¿de quién se rodea Van Rysselberghe? De su hermano diputado, Enrique, cuyo poderío interno quedó plasmado en el distrito 44 donde obtuvieron una directiva afín. Y de los llamados “territoriales”: profesionales y trabajadores formados en el municipio de Concepción, y uno que otro que permanece en el Gobierno Regional y sus reparticiones. Sin embargo, su mayor fortaleza es que la directiva nacional estaría a su favor.

Gonzalo Vega, el nuevo presidente distrital 44 de Concepción, proclive a los Van Rysselberghe, si bien reconoce este escenario de divisiones, asegura que las voluntades son por el trabajo conjunto.

Otro quiebre lo generó el fuego cruzado a raíz de la salida del secretario regional Eduardo Aravena, a quien apuntaron como supuesto socio el diputado Jorge Ulloa en negocios, y que fue condenado por fraude tributario. Esto significó la salida de Aravena de la directiva y acusaciones externas que apuntaban a una filtración del caso por parte de la juventud UDI, ligada a los Van Rysselberghe. Incluso el Presidente de la colectividad juvenil fue removida en su presidencia por el mismo Ulloa debido a estos rumores.

Ulloa, presidente que deja este fin de semana la directiva, negó divisiones y reemplazó la palabra por “opciones”.

Sí reconocen las tendencias, según Vega.

La elección por 10 votos, en un consejo donde se ausentaron 30 consejeros con derecho a voto, dejó como vencedor al diputado Iván Norambuena, reconocido como el díscolo en la UDI al momento de cerrar filas en favor de Van Rysselberghe ese verano de 2011 cuando la ex intendenta era cuestionada a diario por supuestas irregularidades. Sin embargo, éste asegura que en la actualidad el ánimo al interior de las filas es de contribuir al fortalecimiento del partido.

Norambuena, es mirado con buenos ojos desde sectores como el Gobierno, donde la UDI mantiene liderazgo respecto de las máximas autoridades y mayor cantidad de cupos. Oscar Aliaga, Seremi de Gobierno, comentó que ya existieron acercamientos para el trabajo público con la nueva directiva.

Lo cierto es que candidatos a municipios emblemáticos no hay. Por San Pedro no existen nombres, Francisco Ibieta -ex seremi de Gobierno- negó ser la opción. En Talcahuano tampoco existe carta clara, Concepción busca conejo de un sombrero, mientras algunos apuntan a una figura que a estas alturas “invente” Van Rysselberghe o dar definitivamente su brazo a torcer y otorgar la venia a su enemiga interna Katherine Echaiz, que sigue su estilo y camino, según gremialistas.

En Penco, el conflicto interno es de proporciones, uno de los concejales incluso renunció al partido por no ser investido como el candidato teniendo claras posibilidades de salir en desmedro del actual edil Guillermo Cáceres, a quien no se le ve un buen escenario electoral.

Y qué decir de las senatoriales, donde Ulloa y Van Rysselberghe están en campaña, el problema es que disputando el mismo y único cupo.