El Gobierno de coalición griego aprobó por unanimidad la madrugada de este sábado el plan de austeridad exigido por la Eurozona y el FMI para desbloquear una nueva ayuda a Grecia que le permita evitar un default en marzo, indicó la oficina del primer ministro.

“La aprobación fue unánime” para el acuerdo que salvará a Grecia de un impago desordenado en marzo, precisó a la AFP la oficina del primer ministro, Lucas Papademos.

El primer ministro había advertido este viernes de que Grecia se arriesga a un “caos incontrolado” sin un acuerdo sobre el plan de austeridad, tras la dimisión de seis ministros opuestos a las medidas de rigor impuestas por la UE y el FMI para evitar el default del país.

Papademos lanzó esta advertencia en el consejo de ministros, que se celebró tras otra jornada de huelga general en el país, deslucida por episodios de violencia al margen de las manifestaciones.

La agencia semioficial Athens News Agency (ANA) indicó que el acuerdo pasó al Parlamento para ser sometido a votación el domingo, pero los portavoces gubernamentales no pudieron ser contactados para confirmar esta información.

Sin la aprobación de un programa económico de una austeridad drástica, Grecia no tiene posibilidades de recibir ni un sólo céntimo de la ayuda de 130 mil millones de euros preparada por la UE y el FMI para evitar una suspensión de pagos incontrolada en marzo, cuando el país debe devolver 14.500 millones de euros en préstamos.

Ese voto a favor, exigido por los acreedores, deberá suponer la aceptación para los griegos de las reformas de saneamiento exigidas, además del compromiso por escrito de todos los líderes políticos a aplicarlo, ya que el programa de préstamos durará hasta 2015, más allá de lo que pueda durar previsiblemente el actual gobierno.

La retirada del apoyo del partido de extrema derecha Laos al programa de austeridad añadió un poco más de confusión a la situación del país que vivió este viernes nuevos enfrentamientos, con decenas de heridos, entre ellos ocho policías.

Cuatro ministros de Laos dimitieron este viernes, así como una ministra socialista, que se sumaron a la anunciada por otro miembro del ejecutivo anunciada a principios de la semana.

Papademos previno que “quien esté en desacuerdo con el plan de rigor no puede permanecer en el gobierno”.

Sin el apoyo del Laos, que cuenta con 16 de los 252 diputados que sumaba hasta ahora a la coalición gubernamental, Papademos dispone aún de una mayoría para aprobar el plan, aunque con el peligro de que el gobierno siga resquebrajándose.

Al margen de una manifestación que reunió a unas 7.000 personas en la plaza Syntagma, en el centro de Atenas, un grupo lanzó piedras y cócteles molotov a la policía, que respondió con gases lacrimógenos.

Otra manifestación reunió a 10.000 militantes comunistas del Frente de los Trabajadores en Atenas, una protesta que no registró incidentes.

Los sindicatos anunciaron sus acciones el mismo jueves, coincidiendo con el anuncio del acuerdo gubernamental sobre el plan de rigor que abre la vía al desbloqueo del segundo rescate internacional del país, de 130.000 millones de euros.

El plan, que prevé una reducción del sueldo mínimo en un 22%, el despido este año de 15.000 funcionarios y recortes en algunas pensiones “será la tumba de la sociedad griega”, denunciaron los sindicatos, negando al gobierno toda “legitimidad” para imponer las medidas.

Si Grecia renuncia al plan de rescate, el Estado sería “incapaz de pagar los salarios, las jubilaciones y de mantener los servicios básicos como los hospitales y escuelas”, alertó.

Papademos también reveló que el gobierno espera recaudar 19.000 millones de euros de aquí a 2015 con el programa de privatizaciones incluido en un paquete de rigor anterior, y no los 50.000 millones como se preveía en un principio.