El moderado Jon Huntsman, cuya campaña nunca logró efectivamente despegar, anunció el lunes su retiro de la competencia por la investidura republicana para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos y llamó a respaldar al favorito Mitt Romney.

“Hoy suspendo mi campaña para las presidenciales”, dijo el ex gobernador del estado de Utah (centro) desde Myrtle Beach, un balneario de Carolina del Sur (sudeste) en el que tendrá lugar el sábado el tercer escrutinio para designar al republicano que el 6 de noviembre enfrentará al actual presidente demócrata Barack Obama.

Acompañado de su esposa Mary Kaye, Huntsman anunció su apoyo a Mitt Romney, triunfador en los “caucus” (asambleas de electores) en el estado de Iowa (centro) y de la elección primaria de New Hampshire (nordeste).

“Creo que llegó el tiempo de que nuestro partido se una tras el mejor candidato para derrotar a Barack Obama. A pesar de nuestras diferencias y de puntos de vista distintos sobre algunos temas, pienso que el candidato más apto es el gobernador Mitt Romney”, agregó.

“El partido Republicano es un partido de ideas, pero la forma nauseabunda que ha adquirido el discurso político actual no ayuda a nuestra causa. Esa es incluso una de las numerosas razones por las cuales los estadounidenses no confían en mayor grado en sus representantes”, proclamó.

Jon Huntsman es el tercer precandidato en abandonar la competencia interna republicana en menos de un mes y medio, luego del empresario negro Herman Cain, atenazado por acusaciones de acoso sexual, y de la referente del “Tea Party” Michele Bachmann.

Huntsman jamás logró atraer a las masas de su partido y siempre ocupó posiciones de retaguardia en los sondeos.

Luego de haber recogido apenas 1% en Iowa, había basado todas sus esperanzas en la primaria de New Hampshire, estado del noreste en el que consiguió ubicarse en tercer lugar, después de Romney y de Ron Paul, abanderado del ultraliberalismo. Pero en Carolina del Sur los sondeos apenas le atribuían 4% para el escrutinio del sábado.

A diferencia de sus competidores, Huntsman nunca atacó frontalmente a Obama, para quien trabajó en tanto fue embajador en China.

Esta postura, sumada a posiciones juzgadas demasiado moderadas por los analistas, no le permitieron lograr los favores de un electorado conservador muy crítico del actual presidente demócrata.

La renuncia de Huntsman no debería alterar de manera consistente el equilibrio entre los cinco precandidatos republicanos que continúan en carrera, aunque podría beneficiar al favorito Romney.