Las autoridades de una ciudad del sur de China han detectado una toxina cancerígena en maní y aceite de cocina que ya fue descubierta recientemente en la leche, en lo que es el último escándalo chino en materia de seguridad alimenticia.

El órgano regulador alimentario en Shenzhen informó que se han detectado niveles excesivos de aflatoxinas en maní vendido en tres tiendas y en el aceite de cocina utilizado en cuatro restaurantes, informó la agencia estatal China Nueva.

Los intentos de contactar con la Oficina de Supervisión de Mercados de Shenzhen no obtuvieron respuesta.

Este anuncio se produce después de que la compañía de productos lácteos Mengniu, una de las líderes del sector, anunciase el pasado fin de semana que las autoridades hallaron altos niveles de aflatoxinas en un lote de leche antes de ser puesto a la venta.

La contaminación se habría producido después de que vacas de una granja del sudeste de China hubiesen consumido alimentos mohosos.

Las autoridades de la provincia de Guangdong (donde se localiza Shenzhen) informaron que han retirado los aceites producidos por tres marcas debido al alto contenido de esta sustancia cancerígena.

No estaba claro si alguna de estas tres firmas era la productora del aceite contaminado hallado en los restaurantes.

Las aflatoxinas, que afectan a los cereales y a otros productos agrícolas, pueden incrementar el riesgo de cáncer, especialmente el que afecta al hígado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La prensa estatal china y la comunidad internauta han criticado duramente a Mengniu por este nuevo escándalo que afecta al país, a pesar de las enérgicas medidas tomadas para evitar casos de contaminación alimenticia.

Precisamente la leche fue la protagonista de uno de los mayores casos de contaminación alimenticia en 2008, cuando se detectó la presencia de melamina, una sustancia de la industria química, añadida ilegalmente en productos lácteos para dar la apariencia de que contenían altos niveles de proteínas.

Al menos seis bebés murieron y otros 300.000 enfermaron tras beber leche que contenía melamina.

En un comunicado publicado el lunes, Mengniu se excusó públicamente.