Aunque Los Ángeles tuvo serios problemas de abastecimiento de agua potable durante cuatro días, causando preocupación a miles de familias, el tema apenas fue tratado en la sesión de este lunes del Concejo Municipal.

Cabe recordar que entre el martes y viernes de la semana pasada hubo miles de familias afectadas por la falta del vital elemento, particularmente de las villas Galilea, Parque Lauquén y Ciudades de Chile, fenómeno que Essbio atribuyó a la apertura indiscriminada de grifos.

El problema abarcó también el radio céntrico de la ciudad, en que colegios, restaurantes y hoteles debieron limitar su atención de público o derechamente cerrar sus puertas debido a la imposibilidad de preparar alimentos y mantener aseados los baños.

Sin embargo, a la hora de los puntos varios en el Concejo Municipal, el problema simplemente no fue expuesto por la mayoría de los siete concejales y el propio alcalde, Eduardo Borgoño, presentes en la sesión de este lunes.

La única voz en el desierto fue la del concejal Víctor Salazar, quien dijo que a raíz del aumento de la temperatura, el municipio debiera planificar la construcción de piscinas en los sectores populares a fin de disminuir la apertura de grifos.

A juicio del concejal, también es preocupante que el jefe comunal no planteara en su cuenta de trabajo la emergencia por la falta de agua en Los Ángeles.

En este mismo contexto, el concejal Aníbal Rivas no planteó el problema en la sesión del concejo, pero después, al ser abordado por La Radio, sostuvo que la falta de agua era un tema preocupante.

Aunque la situación en Los Ángeles se ha normalizado, se teme que si retornan las altas temperaturas en los próximos días, se vuelvan a producir problemas de abastecimiento por la apertura de grifos.

El problema es que, hasta la fecha, no se ha anunciado ninguna medida paliativa, como es la habilitación de las plazas de agua o piletas que funcionan en distintos sectores de la ciudad durante el cada vez más caluroso verano de Los Ángeles.