El gobierno argentino reiteró este jueves su rechazo a la presencia militar británica en el Atlántico Sur, a raíz de la decisión de Londres de desplazar una fragata a la zona donde se encuentran las islas Malvinas, cuya soberanía disputan ambos países, dijo la Cancillería.

“El Gobierno argentino reitera su rechazo a la presencia militar británica en territorios y espacios marítimos argentinos del Atlántico Sur”, señala un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores.

La nota obedece a la comunicación del gobierno británico del traslado de la fragata HMS Montrose al Atlántico Sur por un período de seis meses a fin de proporcionar una “presencia tranquilizadora en la región” y proteger “los intereses británicos”, explica la nota de prensa.

“Esta presencia, que se ha transformado en una verdadera fortaleza militar en el área, resulta una afrenta no sólo para la Argentina sino que también para la región toda, tal como expresamente lo manifestara la Unión de Naciones de América del Sur”, indica.

El comunicado recuerda que la Unasur ha considerado esa “presencia militar contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia sobre la Cuestión de las Islas Malvinas, de conformidad con los llamamientos de la comunidad internacional”.

“Resulta anacrónico y contrario a derecho que, en pleno siglo XXI, se pretenda con una fuerte presencia militar garantizar la continuidad de una situación colonial que asegure el acceso y la explotación por parte de la metrópoli de los recursos naturales renovables y no renovables de territorios y espacios marítimos ilegítimamente ocupados y sujetos a una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas”, afirma.

Finalmente, ratifica la voluntad argentina de alcanzar una solución pacífica que respete el modo de vida de los habitantes de las islas y reitera el pedido a abrir un diálogo para resolver la controversia.

Londres y Buenos Aires mantienen una vieja disputa por la soberanía del archipiélago ocupado por el Reino Unido desde 1833, y que ya dio lugar a una corta pero cruenta guerra que se saldó con la victoria de las tropas británicas en 1982.