El médico Conrad Murray, acusado del homicidio involuntario de Michael Jackson, dijo a la policía que no era el único doctor de la estrella, en una reunión que sostuvo con detectives y cuya grabación fue reproducida en la corte el viernes.

En la grabación, Murray le dijo a los investigadores que trabajaba tiempo completo para Jackson desde hacía dos meses cuando éste murió, el 25 de junio de 2009 por una sobredosis del sedante Propofol.

Es la primera vez que se escucha la voz del cardiólogo de 58 años en el juicio que ya lleva dos semanas y que se espera dure tres más.

“Lo empecé a atender en 2006, intermitentemente”, dice en la reunión que sostuvo con los detectives Orlando Martínez y Scott Smith en un hotel en Marina del Rey, oeste de Los Ángeles, el 27 de junio.

Luego Murray fue contactado por un guardaespaldas de Jackson para que trabajara como su médico personal y lo ayudara a prepararse para una serie de conciertos que el artista iba a dar en Londres.

Cuando el detective le pregunta en la grabación si Jackson veía a otros médicos, el acusado responde: “Nunca me lo dijo, pero como él viajaba mucho supuse que sí”.

La fiscalía responsabiliza a Murray por la muerte del cantante y afirma que el doctor actuó con “grave negligencia” al administrarle el sedante Propofol a su paciente y luego descuidarlo. La defensa alega que Jackson era adicto a los fármacos y se administró a sí mismo la sobredosis.

La mayor parte de la grabación, escuchada durante el testimonio del detective Scott Smith de la Policía de Los Ángeles, será reproducida más tarde este viernes.

En un video de seguridad del Centro Médico UCLA donde se declaró la muerte de Jackson a las 12H57 -y que también fue exhibido en el tribunal-, se ve a Murray saliendo del lugar a las 16H38, pocos minutos después de que el detective Smith llegara a la institución.

Previamente atestiguó Dan Anderson, criminólogo de la oficina forense de la ciudad y quien dijo al jurado que los exámenes de toxicología en el cuerpo de Jackson dieron positivo a siete fármacos: principalmente Propofol, pero además Lidocaína, Diazepam (Valium), Nordiazepam, Lorazepam, Midazolam y Efedrina.

La defensa insistió en destacar los niveles de Lorazepam que Jackson tenía en el estómago y habría tomado oralmente.