La extradición a Panamá del ex dictador Manuel Noriega, encarcelado desde hace más de 21 años en Estados Unidos y en Francia por tráfico de droga y lavado de dinero del narcotráfico, podría ponerse en marcha el jueves si un juez francés decide otorgarle la libertad condicional.
El jueves antes de las 09:00 horas locales (03:00 Hora chilena), el ex dictador panameño de 77 años de edad comparecerá ante el juez Henri Moyen durante una audiencia prevista en la cárcel de La Santé (sur de París) al cabo de la cual el magistrado decidirá si le otorga la libertad condicional, indicó a la AFP Yves Leberquier, uno de sus abogados defensores.
En ese caso, el ex hombre fuerte de Panamá entre 1983 y 1989, que de fiel aliado de Estados Unidos pasó a ser derrocado por tropas estadounidenses durante una cruenta invasión, podría regresar a su país en las próximas semanas.
Así “estará cerca de su familia”, aseguró Leberquier.
Sus abogados en Panamá anticiparon que pedirán el arresto domiciliario en virtud de su edad.
Extraditado a Francia el 26 de abril de 2010 por Estados Unidos, Noriega fue condenado en julio de ese año por el Tribunal Correccional de París a siete años de cárcel por el blanqueo en los años 80 en bancos de este país de 2,3 millones de euros (3,2 millones de dólares) del cártel de Medellín.
Para acordar su extradición a Panamá, que la solicitó tres veces, Francia indicó que debía recibir la autorización de Estados Unidos.
El 3 de agosto Francia anunció que el primer ministro francés, Francois Fillon, había firmado el decreto de extradición el 6 de julio.
A Noriega le fue notificado a fines de julio y tenía un mes para apelar su extradición, aunque prefirió no hacer uso de ese recurso.
El decreto de extradición entrará en vigor una vez conocida la decisión del juez de aplicación de penas el próximo jueves.
Tras la confirmación francesa, la ministra de Gobierno panameña, Roxana Méndez, había indicado a principios de agosto que en Panamá estaba “todo listo” para recibir a Noriega en la cárcel El Renacer.
Y el canciller panameño encargado en ese momento, Álvaro Alemán, había precisado que la llegada de Noriega tendría lugar posiblemente en octubre.
“Es tiempo que tras una detención muy larga, el general Noriega pueda regresar a su país”, estimó en París el otro abogado defensor, Antonin Lévy.
La justicia panameña reclama a Noriega para que purgue tres penas de 20 años de cárcel por la desaparición de opositores, entre éstos Hugo Spadafora, desaparecido en septiembre de 1985 y cuyo cadáver fue hallado decapitado.
Militar de carrera convertido en hombre fuerte del país tras la muerte de Omar Torrijos en un misterioso accidente de aviación en 1981, Noriega siempre afirmó que el dinero depositado en Francia provenía de su fortuna personal y del que cobraba de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de la que era espía desde los años 70.
Apodado “cara de piña” por la piel de su cara llena de pozos, Noriega apareció debilitado durante su juicio en Francia -como consecuencia de problemas de hipertensión y una hemiplejía pasada- y en una audiencia posterior en diciembre de 2010.
El ex dictador panameño, a quien sus hijas Lorena, Sandra y Thays han visitado regularmente en la cárcel parisina, está lejos del hombre que fue en los 80 cuando controlaba el codiciado Canal de Panamá, y a quien Francia distinguiría entonces con la Legión de Honor.