El juicio al ex primer ministro islandés Geir Gaarde por su responsabilidad en el hundimiento del sistema financiero en Islandia en 2008 se inició este lunes en Reikiavik en un tribunal especial, constató un periodista de la AFP.
Haarde, de 60 años, calificó el proceso de “farsa” e indicó en un correo a la AFP que sus abogados van a pedir la retirada de las acusaciones.
Con traje oscuro y corbata azul, Haarde, acompañado por su esposa y semblante relajado, llegó a la casa de la Cultura, que alberga el Landsdomur, el único tribunal habilitado para juzgar a ministros y exministros y que ha sido convocado por primera vez en su historia.
El ex primer ministro es el único responsable islandés que comparece ante la justicia para responder de su eventual responsabilidad durante la crisis financiera que provocó el hundiniento de los grandes bancos islandeses.
Durante la entrevista concedida a la AFP en julio, Haarde calificó este proceso de “farsa política escenificada por viejos enemigos políticos”.
“Hemos salvado al país de la bancarrota”, insistió, afirmando que si su gobierno y él hubieran actuado de otra forma cuando los bancos cayeron en bancarrota en 2008, la economía nacional habría caído todavía más bajo.
Cuando el sector financiero islandés se hundió, los tres principales bancos del país contaban con activos equivalentes al 923% del Producto Interno Bruto (PIB) de Islandia.
“Nos vimos obligados a abandonarlos. Se arruinaron. Y ahora se ha demostrado que era lo que había que hacer”, dijo Haarde.
“El sistema bancario se hundió, pero la economía real, el conjunto de la capacidad productura del país, sigue intactas y sigue funcionando”, subrayó.
El jefe del Partido de la Independencia (derecha) que dirigía el país desde mediados de 2006, Haarde tuvo que abandonar el poder a principios de 2009 para calmar a una población colérica a raíz de la crisis y la profunda recesión que provocó.
La economía del país ha vuelto a crecer y los observadores estiman que el país podría no necesitar los últimos tramos de un préstamo concedido por el FMI.