Naciones Unidas mostró este domingo su profunda inquietud por la nueva explosión de violencia en el este de Sudán, en el estado del Nilo Azul, desde donde llegan informaciones de la huida de más de 16.000 personas de una sola ciudad.

El coordinador humanitario de la ONU para Sudán, Georg Charpentier, dijo estar “muy inquieto por los recientes enfrentamientos que han estallado en el Estado del Nilo Azul” entre el ejército sudanés y las fuerzas leales al gobernador electo Malik Agar, próximo a los ex rebeldes sudistas, según un comunicado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).

Charpentier instó a las dos partes a “poner fin inmediatamente a los combates y buscar resolver sus diferendos por medios pacíficos”.

Los combates han obligado huir a Etiopía a los 16.000 habitantes de Kurmuka, es decir, la población entera de esta ciudad, que ya fue escenario de violentos combates durante la guerra civil que enfrentó al Norte y al Sur entre 1983 y 2005, aue acabó con dos millones de muertos, según la OCHA.