Israel aprobó este lunes la construcción de 227 nuevas viviendas en la colonia de Ariel, situada en el norte de la Cisjordania ocupada, una medida muy criticada por los palestinos que acusan de hipocresía al Estado hebreo.

“El ministro (de Defensa) Ehud Barak aprobó la puesta en el mercado de 227 viviendas en el barrio Neuman de Ariel” precisó el gobierno en un comunicado.

El anuncio elevó a 2.700 el número de viviendas que se construirán en distintas colonias aprobadas por Israel en las últimas dos semanas, lo que provocó la ira de las autoridades palestinas, quienes aseguraron que la medida demuestra “el desprecio” israelí “por encontrar una solución para los dos Estados”.

“La comunidad internacional debe preguntar a Israel: ¿cómo podéis estar preparados para negociar mientras expandís los asentamientos judíos en Cisjordania?”, exclamó el primer ministro palestino Salam Fayad, informó su oficina.

Preguntado por la AFP, el alcalde de Ariel, Ron Nachman, dijo que el proyecto inmobiliario, situado en el centro de la ciudad, empezó hace ahora diez años, pero fue interrumpido en 2004 por razones políticas.

“Hoy, el ministro de Defensa nos autoriza a terminar este proyecto. Ahora no tenemos un sólo lugar vacío en toda la ciudad”, explicó Nachman, quien añadió que su propia hija está inscrita en la lista de espera para recibir una viviendo en el asentamiento.

El ministro de Defensa explicó que 100 de las nuevas viviendas en Ariel estarán destinadas a los colonos del barrio de Gush Katif de Gaza, que fue desmantelado por el Estado hebreo en 2005.

Con una población de unos 18.000 residentes -la mayoría inmigrantes de la ex URSS-, Ariel es una de las colonias más grandes de Cisjordania y está situada 20 kilómetros más allá de la frontera de Israel anterior a la guerra de los Seis Días de 1967.

Para Hagit Ofran, de la ONG Peace Now, esta decisión es un movimiento del gobierno israelí para aprovechar la ola nacionalista que ha sacado a las calles del país a miles de jóvenes reclamando nuevas políticas para combatir el elevado precio de las viviendas.

“El gobierno de Israel está explotando la crisis inmobiliaria de forma cínica para promocionar sus políticas de asentamientos”, dijo la activista a la ONG, quien agregó que la construcción de las viviendas en la colonia de Ariel empezará “en uno o dos años”.

“La mayoría de israelíes no quiere vivir en asentamientos, por lo que la construcción en Ariel no resolverá el problema inmobiliario”, afirmó.

Además, según la activista, el anuncio es una provocación a las autoridades palestinas, quienes hace un mes dieron un paso adelante para el reconocimiento de un Estado propio a partir de las fronteras anteriores a 1967.

Israel exhortó entonces a los palestinos a que abandonaran sus conversaciones con la ONU e iniciaran negociaciones directas para poner fin al conflicto.

“Tal vez los que se preguntan por nuestros movimientos hacia la ONU entenderán que es necesario pedir el apoyo de la comunidad internacional para combatir las decisiones unilaterales de Israel, que intenta adelantarse a las negociaciones bilaterales”, dijeron las autoridades palestinas.

La semana pasada, el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu también autorizó la construcción de 1.600 casas en un barrio colonizado de Jerusalén-Este, lo que provocó la ira de los palestinos y las críticas de la comunidad internacional.

El ministerio israelí del Interior tiene previsto dar el visto bueno “en los próximos días” a la edificación de 2.000 viviendas en el barrio judío de Givat Hamatos y otras 600 en Pisgat Zeev, también en Jerusalén-Este.