Pekín lanzó un asalto “implacable” contra los “abogados”, sobre todo los especializados en derechos humanos, porque quiere evitar la agitación popular, declara Amnistía Internacional en un informe publicado este jueves.

Las autoridades chinas quieren reducir al silencio a los abogados que llevan los casos más sensibles porque temen una réplica de los movimientos de protesta registrados a principios de año en Cercano Oriente, añade la organización.