Evacuados del Cordón Caulle en Lago Ranco pidieron un bono al Gobierno por los daños psicológicos y económicos que está dejando en las familias la emergencia volcánica en el Cordón Caulle.

Las personas que a raíz de la erupción del Cordón Caulle, en su condición de evacuados comienzan a sufrir trastornos psicológicos por estar fuera de sus casas, sin sus enseres, animales, tranquilidad, ni tampoco su privacidad; tal como es el caso de los más de 400 albergados.

Uno de ellos, Roberto Vargas, quien fue a alimentar a sus animales, dijo a La Radio que aunque estén recibiendo ayuda del Gobierno no están ganando nada, sabiendo que en algunos casos en sus predios los perros están atacando al ganado por hambre, y que los ratones están entrando a las casas.

Por su parte, Héctor Vargas, de la localidad de Pocura, prefirió que su esposa fuera a ver a sus animales –según dijo- para que se despejara un poco del encierro en el albergue, quien aseguró que por todos estos trastornos el Gobierno debería entregar un bono compensatorio a los evacuados, tal como ocurrió con los afectados por el Volcán Chaitén.

Las personas manifestaron que extrañan la tranquilidad de sus hogares, como el caso de José Curifil, quien señaló incluso que el uso de los baños ya es una complicación: En el albergue existen 5 para 486 personas.

Recordemos que, en su oportunidad, las autoridades pidieron a la gente que siguieran teniendo paciencia, indicando que la emergencia no es un tema que pueda resolver un gobierno en particular, sino que depende de la naturaleza y Dios, tal como lo dijo el Gobernador de Ranco.

Por su parte el Seremi de Salud, Richard Ríos, reconoció que estos eventos son difíciles de superar, y por eso se instaló un equipo psicosocial.

Cabe recordar que la mayoría de las personas albergadas manifestaron que los shows o presentaciones artísticas ya no los hacen reír, aunque sí se ha visto a algunas mujeres participar en talleres de costura.

Mientras tanto, el Gobierno sigue instalando actividades de esparcimiento, tal como lo indicó la directora regional suplente del Consejo de la Cultura y las Artes, Katherine Hugo, para liberar -en cierto modo- a los albergados de la tensión que ha generado el macizo en erupción.