La FAO lanzó una campaña mundial para enseñar a los campesinos pobres a “ahorrar para crecer” de manera de crear “sistemas agroecológicos saludables”, que les permita maximizar los rendimientos y dedicar sus ahorros a la salud y la educación, indicó este lunes la entidad.

La campaña de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene como objetivo producir de forma sostenible más alimentos para una creciente población mundial.

La idea fue lanzada medio siglo después de la llamada Revolución Verde de la década de 1960 y está ilustrada en el nuevo libro “Ahorrar para crecer”, publicado por la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO.

“La nueva iniciativa se dirige principalmente a los pequeños agricultores de los países en desarrollo, cerca de 2.500 millones de personas, que deben ahorrar en los costos de producción”, sostiene en una nota la FAO.

Según la agencia de Naciones Unidas, se calcula que la tecnología de la Revolución Verde salvó a mil millones de personas del hambre y produjo alimentos más que suficientes para una población mundial que se duplicó, pasando de 3.000 a 6.000 millones entre 1960 y 2000.

“El paradigma actual de producción agrícola intensiva no es capaz de responder a los desafíos del nuevo milenio. Para poder crecer, la agricultura tiene que aprender a ahorrar”, sostienen los expertos de la entidad.

El enfoque de “ahorrar para crecer” deriva en parte de las nuevas técnicas de la agricultura de conservación, de riego de precisión, que permiten una mayor producción por cada gota de agua, así como del uso particular de fertilizantes.

Para los estudiosos, con esos métodos los cultivos se adaptan al cambio y se reduce la necesidad de agua.

“Un estudio sobre los medios usados para las explotaciones que aplicaban técnicas nuevas en 57 países de bajos ingresos demostró que el rendimiento aumentó casi un 80 por ciento”, sostiene la FAO.

El modelo “ahorrar para crecer” incorpora un enfoque que aprovecha la contribución de la naturaleza para los cultivos, tiene en cuenta al medio ambiente y a la biodiversidad.

Para erradicar el hambre y cubrir la demanda prevista en 2050, es necesario que la producción de alimentos se incremente el 70 por ciento a nivel mundial y un 100 por 100 en los países en desarrollo, sostiene la agencia internacional.

“La clave para afrontar ese desafío se encuentra en la intensificación sostenible de la producción agrícola, es decir, en ‘ahorrar para cultivar’”, sostiene el estudio.