Se trata del informe final número 39 sobre Auditoría de Transacciones, efectuada al Macroproceso de abastecimiento de la Municipalidad de Futrono.

Según la contraloría, funcionarios municipales utilizaron el bono de vestuario que se cobra en distintas casas comerciales para adquirir ropa interior, deportiva, accesorios e incluso electrodomésticos por un monto superior al millón de pesos.

Además detectó que ex trabajadores del municipio siguieron cobrando el bono, generando perjuicios por un millón 250 mil pesos.

El informe revela que durante e2010, el municipio contrató el servicio de dos microbuses para el traslado de estudiantes desde zonas rurales que no están inscritos en el registro nacional de transportes escolares, es decir, buses piratas, lo que constituye una gravísima infracción a la ley de tránsito.

A través del juicio de cuentas, la Contraloría busca aclarar estas irregularidades detectadas en el informe, que además reveló que el municipio simuló licitaciones en Mercado Público para servicios ya pagados.

La investigación de Contraloría arrojó diferencias entre los saldos bancarios y la información del municipio sobre los dineros depositados: irregularidades en la rendición de combustibles y la desaparición de una bitácora, que según se explicó, fue depositada en la cápsula del tiempo de la municipalidad y cuestionó la contratación directa de servicios a dos proveedores por casi 70 millones de pesos.