La aviación israelí bombardeó el lunes por la noche la franja de Gaza, en respuesta a varios lanzamientos de proyectiles, al tiempo que el movimiento palestino Hamas se mostró dispuesto a respetar una tregua a condición de que Israel “cese su agresión”.

Una primera tanda de ataques israelíes tuvieron como objetivo un centro de la policía de Hamas y terrenos de entrenamiento de su brazo armado, las brigadas Ezedin al Qasam, al norte y el este del territorio palestino, así como una fábrica de materiales de construcción y un taller metalúrgico en la periferia de la ciudad de Gaza, según testigos y los servicios de seguridad de Hamas.

Diecisiete personas, entre ellas dos mujeres y siete niños, fueron heridas, la mayoría de ellas levemente, declaró a la AFP el portavoz de los servicios de emergencia en la franja de Gaza, Adham Abu Selmiya.

La aviación israelí bombardeó posteriormente al menos tres lugares cerca de la ciudad de Khan Yunes, al sur de la franja de Gaza, sin causar víctimas.

Un primer ataque tuvo como objetivo un grupo de activistas palestinos que lograron huir, según testigos, el segundo fue contra un hangar perteneciente al parecer a la municipalidad de Khan Yunes y el tercero se produjo en un descampado.

Habitantes del territorio palestino recibieron llamadas telefónicas del ejército israelí en el que se conminaba a la población civil a evitar los lugares de Hamas, que controla la franja de Gaza, y a denunciar a los miembros de las organizaciones palestinas armadas.

El ejército israelí rechazó por el momento realizar comentarios respecto a esta operación.

Las Brigadas Ezedin Al Qasam declararon este lunes estar dispuestas a respetar de nuevo una tregua con la condición de que Israel “cese su agresión” contra el enclave palestino.

“Si el enemigo detiene la escalada y su agresión contra nuestro pueblo, nosotros pondremos en acción el consenso nacional palestino”, expresó Hamas en un comunicado, en alusión a una tregua anunciada por el movimiento islamista en enero de 2009 luego del ataque militar israelí “Plomo endurecido”.

“Pero el enemigo pagará un alto precio si continúa su agresión y sus crímenes contra nuestro pueblo en la franja de Gaza”, agregó el texto.

Esta declaración se produce en un clima de tensión creciente entre Hamas e Israel.

A última hora de la tarde del lunes, el ejército israelí había bombardeado un taller de automoción, al este de Gaza, perteneciente al potente clan de los Dogmush, relacionados con el movimiento islamista radical. Una persona resultó herida.

El ejército israelí afirmó haber atacado un “túnel terrorista” que iba a ser utilizado para llevar a cabo ataques contra el territorio hebreo.

En la madrugada del lunes, un proyectil procedente de Gaza impactó al sur de Israel, pocas horas después de la explosión de un cohete en la ciudad israelí de Ashkelon, cerca de la frontera. Estos dos ataques no causaron heridos.

El sábado, las Brigadas Ezedin Al Qasam dispararon unos 50 obuses sobre el territorio israelí, después de la muerte de dos de sus militantes en los días anteriores, provocando heridas leves a dos israelíes.

Estos disparos no tienen precedentes desde la ofensiva israelí “Plomo endurecido” de diciembre de 2008 y enero de 2009 contra la franja de Gaza, en la que murieron 1.400 palestinos.

El lunes, el viceministro israelí de Relaciones Exteriores, Dany Ayalon, amenazó de muerte a los jefes de Hamas si continuaban los ataques desde Gaza.