El sismo y el tsunami que azotaron el noreste de Japón el 11 de marzo dejaron 5.178 muertos y 8.606 desaparecidos, según un nuevo balance oficial provisorio presentado este jueves por la policía.

El número de heridos es de 2.285, según este balance. Más de 88.000 viviendas y edificios quedaron destruidos, total o parcialmente.

Este balance, publicado seis días después del más fuerte sismo que haya sufrido nunca Japón, puede todavía agravarse mucho.

El miércoles, el alcalde de Ishinomaki, una ciudad de la provincia de Miyagi, indicó que temía la desaparición de unos 10.000 habitantes de su municipalidad, según informaciones publicadas por medios locales.

El jefe de la policía de Miyagi declaró por su lado, el domingo, que estaba seguro de que el número de muertos iba a superar los 10.000, sólo en esta región, donde halla la ciudad de Sendai.

Los socorristas estimaban el viernes que había pocas posibilidades de hallar sobrevivientes en las zonas devastadas.

Ya traumatizado por la catástrofe natural a la que se agrega la amenaza de un accidente nuclear mayor en la central de Fukushima, el noreste de Japón sufría este miércoles fuertes caídas de nieve.