El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, catalogó de muy valientes las disculpas del obispo Andrés Arteaga, tras arrepentirse de haber defendido al sacerdote Fernando Karadima.

Luego que el sacerdote Karadima recibiera la condena de parte de la Iglesia, el obispo Arteaga pidió perdón por no haber estado de parte de las víctimas.

El arzobispo también le mandó un recado a los tribunales, al señalar que la justicia eclesiástica fue más eficiente.

Todo esto se dio en el marco de la misa realizada en la Catedral Metropolitana en honor a las víctimas y damnificados de la tragedia ocurrida el 27 de febrero del año pasado.