Ante el regreso de Jacqueline Van Rysselberghe de sus vacaciones, el escenario que se configura en la Región está lejos de dar por superada la crisis política. Pese a que el mismo Presidente de la República pidió a Renovación Nacional no sumarse a una eventual acusación constitucional contra la Intendenta, el partido confirma que no negociará su posición ante la medida.

Si alguien pensó que el caso Van Rysselberghe concluyó cuando el Ministro del Interior la ratificó en su cargo, se equivocó, porque donde más se agudiza el conflicto con su regreso es en la misma Coalición por el cambio, donde las negociaciones, presiones y peticiones no paran.

Mientras los parlamentarios locales de la UDI manifestaron con su silencio un dejo de molestia por no ser consultados de nada desde el nivel central, los personeros RN ahora no quieren sumarse al Gobierno Regional a menos que exista una modificación del fondo y de la forma de gobernar.

El diputado UDI por Los Angeles, Juan Lobos expresó que pese a considerar inocencia en cualquier campo delictivo o de irregularidades respecto a Van Rysselberghe, asume que habrá costos políticos.

Sin duda, la voz disidente ante la determinación final del Gobierno en el caso Van Rysselberghe fue y sigue siendo el diputado por Ñuble, Frank Sauerbauam (RN), y no por rebeldía sino porque insiste en que el tema de la forma en que se estaba gobernando la Región del Bío-Bío, él y su partido lo hicieron saber al gobierno meses antes de que estallara la mayor crisis política local.

Frank Sauerbaum | Camara.cl

Frank Sauerbaum | Camara.cl

Sauerbaum, durante la visita del presidente Sebastián Piñera a Dichato, fue conminado por éste en un rincón, a la vista y paciencia de sus pares de la UDI, a desistir siquiera de estudiar su posición ante una eventual acusación constitucional que pueda concretar la oposición.

Sauerbaum sin embargo entregó un no rotundo al Presidente, y aseguró que su postura ante ésta medida no es negociable sólo con la incorporación de rostros RN al gobierno local, sino con un cambio profundo de actitud.

La palabra final la tiene la oposición, que a partir de Van Rysselberghe tuvo un atisbo de rearticulación, que a estas alturas ya ha visto quebrantado su reordenamiento en torno a la acusación constitucional, incluso con algunos de sus parlamentarios como el PPD Jorge Tarud calificándola como “inconveniente”.