Los árbitros de fútbol escoceses de primera división decidieron por unanimidad, este domingo, realizar una huelga el fin de semana del 27 y 28 de noviembre para protestar porque consideran su integridad en peligro y pidiendo la salvaguarda de su seguridad.

En Escocia, los colegiados son muy criticados por sus decisiones y, en algún caso, han recibido graves amenazas.

El 26 de octubre pasado, el árbitro del duelo Old Firm Celtic-Rangers (1-3) recibió amenazas de muerte tras haber pitado un penal dudoso a favor del Rangers.

Además, el jueves pasado, el presidente del Celtic, John Reid, pidió a un árbitro poner fin a su carrera o que fuera despedido por la federación también a causa de un penal polémico.

En la 15ª jornada, Celtic debería recibir al Inverness, y el líder Glasgow desplazarse al campo de juego del Dundee United.