El arzobispo de Concepción, Ricardo Ezzati y los voceros de los presos mapuche de las cárceles de Temuco, Angol, Lebu, Concepción y Nueva Imperial, sostuvieron la primera reunión para buscar un diálogo directo con el Gobierno. El prelado habló de la mesa de diálogo y los voceros de que el lugar de reunión debe ser Concepción.

Fueron casi tres horas de conversacion intensa a puertas cerradas en la Casa Betania de Concepción, centro de reflexión de la Iglesia Católica.

Allí estuvieron el Arzobispo de Concepcion, Ricardo Ezzati, y los voceros de los mapuche en huelga de hambre de las cárceles de Temuco, Angol, Nueva Imperial, Lebu y Concepción.

A la salida de la reunión, la versión de ambas partes era que simplemente este era el primer paso a un intento de diálogo con el gobierno, que habrían nuevas reuniones y que todo avanzaba en la dirección correcta.

Costó decenas de preguntas lograr sacarles informacion adicional, donde el arzobispo Ezzati estableció que la instancia de conversación más probable es una mesa de diálogo entre mapuche y el gobierno.

Fue imposible sacarle algo más a Ricardo Ezzati y también costó obtener información precisa de los voceros de los huelguistas.

Natividad Llanquileo, representante de los comuneros de la cárcel El Manzano, indicó que no quieren La Moneda como lugar de conversación.

Las exigencias de los comuneros para poner fin a la huelga de hambre son las mismas, que no se les aplique la ley antiterrorista y no ser juzgados en dos instancias judiciales por un mismo delito. El próximo paso es que el Arzobispo Ricardo Ezzati informe al gobierno de las posturas de los huelguistas, lo que anunció que hará telefónicamente.