El Ministerio rumano de Relaciones Exteriores condenó el martes la detención de un diplomático rumano en Rusia, acusado de espionaje por Moscú, por considerarlo “una grave violación” de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores condena una grave violación por parte de las autoridades rusas de la convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961, por la detención el 16 de agosto de un diplomático rumano acreditado ante Moscú y el trato completamente inadecuado que éste recibió”, señaló la cancillería en un comunicado.

El ministerio transmitió el mensaje al “primer colaborador” de la embajada rusa en Bucarest.

El lunes la agencia de seguridad rusa (FSB) anunció que había detenido a Gabriel Grecu, primer secretario de la embajada rumana en Moscú, acusado de espionaje. Los servicios de seguridad declararon a Grecu persona non grata y le dieron 48 horas para dejar el país.