El Blog de Pato Yáñez

 

El fin de semana mundialista permitió ver a los primeros candidatos al título. El debut de los principales protagonistas de la Copa trajo consigo un nivel de juego levemente superior a lo visto en la jornada inicial.

Para mí, el gran candidato es Argentina, que en su estreno ante Nigeria tuvo a un Lionel Messi enchufado, con ganas, suelto (como debe jugar) y contento en el campo, lo que lo transformó en la gran figura que todos queríamos observar. Su juego contagió al resto del equipo, que sin lugar a dudas, espera mucho del jugador del Barcelona.

Nigeria sólo asomó en el segundo tiempo, pero no dañó en demasía a la oncena de Maradona, que de haber tenido mayor fineza a la hora de la definición (tema por mejorar en la “Albiceleste”), hubiera goleado sin mayores dificultades.

Miroslav Klose

Miroslav Klose| Dfb.de

En el otro juego de la serie, Corea del Sur, con un rígido esquema pero muy práctico a la hora de la definición, se llevó con tranquilidad los 3 puntos ante una débil selección griega, que no funcionó como conjunto y tampoco tuvo un valor individual que lo sacara de su letargo.

Inglaterra, por su parte, demostró ante Estados Unidos el por qué pierde enteros en las loterías de la Copa del Mundo. Se encontró con una selección muy física, ordenadísima en el fondo y con muy buen juego aéreo. Ante esto, los inventores del fútbol usaron un juego bastante predecible (buscar por las bandas, lo que se acentuó con el ingreso de Crouch sobre el final), lo que dista de lo que se puede ver en la Premier League.

Pese a esto, los dirigidos por Fabio Capello siguen teniendo el cartel de favoritos, pero deben mejorar y recordar que están en un Mundial, concepto que calza para lo hecho por Eslovenia y Argelia: mucho orden táctico, poco juego.

Para el final, el gran estreno de Alemania, un equipo que siempre pretende llegar entre los 4 mejores. Y lo certificó mostrando autoridad desde el principio y en todas sus líneas: una defensa ordenada, con tipos recios y metedores, que no tuvieron mayores contratiempos; un mediocampo que quita el balón y hace daño con el mismo al profundizar (con la notable conducción de Özil); y la contundencia del ataque “polaco” que conforman 2 que saben del negocio: Lucas Podolski y Miroslav Klose.

Ambos acertaron en el finiquito (un bien escaso en este certamen) y con gran movilidad, lo que hace que el rival corra tras el balón y no con el esférico, como lo demostró la “Mannschaft”, que hizo lo necesario: marcar diferencias desde el comienzo.

Ahora, sólo resta esperar lo que haga nuestra selección ante Honduras, un estreno que se espera hace 12 años y cuya recta final hace crecer la ansiedad de todos.