Un mexicano de 42 años, padre de cinco hijos y con más de 20 años viviendo en Estados Unidos, murió este lunes después de 2 días agonizando por una golpiza de agentes de la patrulla fronteriza mientras lo deportaban el viernes por no contar con documentos, informó la prensa local.

El mexicano Anastasio Hernández Rojas, de 42 años, falleció de un paro cardiaco después de que le fuera diagnosticada muerte cerebral por la golpiza de más de una docena de agentes policiales con patadas, palos y también descargas eléctricas.

Los detalles de la agresión fueron revelados ante los medios locales por el hermano de la víctima, Martín Hernández, quien se encontraba con él al momento de la detención el viernes e indicó que los oficiales fueron agresivos desde el principio.

Según Martín Hernández, los agentes empezaron a pegarle a él, sentado y con las manos esposadas y fue allí cuando su hermano empezó a gritarles a los oficiales que no lo golpearan, con lo cual reaccionaron con más violencia.

La víctima tenía más de 20 años viviendo en el condado de San Diego (California), ciudad vecina de la mexicana Tijuana, donde trabajaba como limpiador de piscinas.

Se espera que su familia, junto a sus cinco hijos, todos estadounidenses y entre ellos dos gemelos de cuatro años, realicen una declaración oficial en el transcurso del martes en San Diego, 200 km al sur de Los Angeles.