Luego que el presidente regional del PS en Bío-Bío, Humberto Toro, dijera que el seremi de Salud, Mario Fernández, atiende en su clínica privada durante el horario laboral y que protegió al condenado por violaciones de derechos humanos, Manuel Contreras, durante la década del 90′, la autoridad se defendió de las acusaciones.

Vía telefónica, Fernández explicó que renunció a la asignación de exclusividad en su cargo de seremi, precisamente para atender en forma privada, pero en su horario de colación y al salir de su trabajo.

En cuanto a su relación con Manuel Contreras, sostiene que por orden de un juez lo atendió por su trabajo en el Centro Oncológico Regional.