En el último número de la reconocida revista biomédica Clinical Infectious Diseases, el académico del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, España, doctor Enrique J. Calderón, comenta 2 artículos desarrollados por un grupo de investigadores de la Universidad de Chile sobre un hongo que provoca un tipo de neumonía.

Neumonía

Neumonía

Se trata del microorganismo Pneumocystis, descubierto hace 100 años que cobró especial relevancia en la década de los ’80, cuando los pacientes con VIH se vieron severamente afectados por un tipo de neumonía provocada por este hongo. Desde entonces, se pensó en él sólo como un organismo relacionado con las personas inmunocomprometidas.

“En este número de la revista los investigadores chilenos ofrecen evidencia que podría modificar la forma de ver la infección humana por Pneumocystis que encontraron en tejido tisular pulmonar de dos tercios de la población adulta general (…) la alta frecuencia de colonización de Pneumocystis reportada es sorprendente, ya que estudios previos realizados por distintos grupos de investigación en el mundo no habían logrado demostrarlo”, dice Calderón.

El investigador principal, doctor Sergio Vargas, académico del Programa de Microbiología y Micología del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, explicó que este hongo puede resultar asintomático aunque también sería responsable de provocar una infección grave en personas que están inmunosuprimidas como, por ejemplo, los afectados por Sida o cáncer.

Uno de los trabajos realizado por el equipo del doctor Vargas midió la colonización por Pneumocystis en 110 adultos mayores que se atendían en un consultorio de la Región Metropolitana y cuya edad promedio alcanzaba los 76 años.

A estas personas, que no estaban enfermas, se les realizó dos tipos de exámenes con técnicas de biología molecular (PCR anidado): con una tórula que se les introdujo por la nariz se midió la presencia del hongo en esa zona de la vía respiratoria y también mediante un enjuague bucal se accedió a otro nicho donde podría haber estado instalado el hongo.

Los resultados señalaron que el 21,5 por ciento de los usuarios del consultorio, si bien eran asintomáticos, convivían con el patógeno. La mitad de ellos fue pesquisado con la muestra de hisopado nasal y la otra mitad usando el enjuague bucal.

Por otro lado, los investigadores con el apoyo del Servicio Médico Legal, llevaron a cabo un estudio en que midieron la presencia de Pneumocystis en pulmones de personas que habían fallecido y a quienes se les había realizado una autopsia.

Entre el 60 por ciento y 80 por ciento de estos individuos, adultos con un promedio de edad cercano a los 40 años que habían muerto en accidentes o en circunstancias que ameritaban estudios tanatológicos según la legislación nacional, tenían los pulmones infectados por el hongo.