El conflicto entre el Gobierno argentino y las patronales agrarias por los millonarios tributos a las exportaciones de granos se reavivó hoy, al iniciarse otra huelga de una semana con cese de ventas de granos y carnes.

La medida de fuerza se inició cuando productores comenzaron el control de cargas en camiones que circulaban por puntos estratégicos de rutas del centro y centro-este de Argentina, corazón de la producción de soja, el primer producto de exportación del país.

El detonador de la nueva huelga fue un veto de la presidenta Cristina Fernández a una ley que suspendía los tributos a las exportaciones de granos en zonas de sequía de la provincia de Buenos Aires, en un escenario de escaso diálogo entre el Gobierno y los dirigentes rurales.