Fundación El Árbol realizó habilitación de espacio pedagógico en escuela rural de Santa Bárbara

Durante la jornada cerca de 40 de personas se reunieron en el establecimiento, donde luego de una breve presentación y actividad para conocerse unos a otros, dieron inicio a los trabajos que consistieron en desarmar una vieja bodega de almacenamiento del recinto, desmalezar el terreno de la escuela y habilitar de un invernadero deteriorado para la producción de plantas medicinales, el cual está pensado para que los estudiantes sean los encargados de su cuidado, todo esto como parte del proceso educativo.

El origen de la minga comunitaria

El programa “Red de Restauradores” además de contar con una serie de actividades pensadas para colaborar y fortalecer actores y comunidades locales, dispone de un programa de Educación Ambiental, el cual alcanzará a 12 establecimientos de las 6 comunas en las que se implementa la iniciativa, adaptándose a la realidad de los territorios. Y uno de los recintos beneficiados por este programa corresponde a la Escuela Quillaileo G-973, donde se llevó a cabo la minga comunitaria a fin de fortalecer el proceso que se desarrolla desde marzo de este año.

En particular en este recinto, “nos llamó gratamente la atención el trato horizontal y democrático de la escuela. Durante nuestra primera visita, el director convocó a todos los estudiantes, profesoras y funcionarias en un salón, donde nos solicitó que comentemos a la comunidad educativa detalles del programa. La segunda vez, ya con el programa de educación ambiental en sus manos, las profesoras de manera espontánea se reunieron y nos expusieron sus alcances a nuestra propuesta” detalla Jorge Barreda, coordinador del programa “Red de Restauradores”.

Para concretar la minga, los docentes solicitaron una serie de materiales que serían necesarios para trabajar en el invernadero durante el año, por lo que gracias a los recursos del programa, se adquirieron herramientas tales como palas, carretilla, rastrillos, guadañas y guantes, los cuales quedaron a disposición del establecimiento educacional y fueron muy bien recibidos por el director y las profesoras.

La actividad además contó con el apoyo de varios profesionales de los departamentos de Obras y de Medio Ambiente de la Municipalidad de Santa Bárbara, junto a tres funcionarios que guiaron y apoyaron las labores.

Programa “Red de Restauradores”: Aportando a la construcción de espacios pedagógicos y ecológicos

Por su parte, Carolina Bravo, coordinadora territorial del programa que desarrolla Fundación El Árbol, realizó un positivo balance de la minga comunitaria realizada en el establecimiento, donde los niños y niñas se mostraron muy entusiasmados por la actividad y participaron activamente de las mejoras realizadas en su escuela. Además, destacó que luego de la jornada de trabajo se logró iniciar un camino para habilitar un espacio ecológico y pedagógico, el cual tiene como objetivo convertirse en un aula al aire libre.

Para la segunda sesión de trabajo en la escuela G-973 Quillaileo, se tiene planeado terminar los invernaderos que están a medio construir y los cuales albergarán una huerta medicinal.

Acerca de esto último, Jorge Barreda señala que los niños y niñas de la escuela tienen mucho interés en que esto se concrete, ya que les permite vincularse con sus abuelos para compartir saberes acerca de la medicina de las plantas.

Por otro lado, luego de la separación y clasificación de los residuos orgánicos como ramas y troncos realizada durante la minga, estos serán compostados y reintegrados al sistema productivo para nutrir las plantas medicinales y la huerta de hortalizas que se busca implementar en el establecimiento.

Entre las acciones que plantea este programa de educación ambiental en los terrenos de la escuela, “se busca hacer un arboretum, que se trata de una plantación de árboles nativos, cada uno con su respectivo nombre, dando forma a un paseo con diversas especies nativas de la comuna de Santa Bárbara, y así la comunidad escolar pueda reforzar su identidad” añadió.

Proyecciones del trabajo con la comunidad educativa en la escuela G-973 Quillaileo

En lo relativo a las futuras acciones en el establecimiento en el marco del desarrollo del programa, según el coordinador de “Red de Restauradores”, “se apunta a continuar con la habilitación y mantención de la producción y quehaceres que surgen en torno a la mejora de espacios, donde por ejemplo se espera trabajar con la Agrupación de Desarrollo Apícola de Santa Bárbara, a fin de incentivar a la comunidad escolar a encontrar diversos oficios y otros elementos que permitan la valorización del territorio, y la búsqueda de alternativas económicas para su futuro”.

Por su parte, el director de la escuela G-973 Quillaileo, Edison Ruiz, agradeció la minga convocada por Fundación El Árbol, señalando que nunca habían participado de una actividad de este tipo y añadió que tampoco esperaban que resultara tan efectiva, por lo que destacó el cambio logrado durante las horas de trabajo en las dependencias de la escuela -que según sus palabras- quedaron irreconocibles.

De esta manera y a nombre de la comunidad educativa manifestó su agradecimiento por el trabajo realizado, agregando que nunca habían recibido este tipo de apoyo, y que está esperanzado en las labores que comenzarán en esta etapa junto a los estudiantes, destacando la motivación que demostraron durante la jornada, “donde fueron ellos quienes tomaron azadones y rastrillos para realizar las mejoras en su escuela”, sostuvo.

Acerca del programa “Red de Restauradores

El programa “Red de Restauradores” que ejecuta Fundación El Árbol con financiamiento del Gobierno Regional de Biobío, es una iniciativa presente en las comunas de Santa Juana, Florida, Hualqui, Mulchén, Santa Bárbara y Nacimiento, con la cual se busca potenciar el desarrollo de las comunidades para enfrentar la crisis climática.

Para ello se trabaja de manera colaborativa junto a grupos de personas interesadas, a fin de conocer sus problemas y necesidades más sentidas, lo cual permite contribuir de manera oportuna y pertinente con los recursos que entrega el Gobierno Regional para la implementación de este programa, abogando así por superar la asistencia y pasar a un sistema de colaboración donde las comunidades y organizaciones locales propongan sus anhelos y proyecciones y las instituciones públicas apoyen estas iniciativas.