Conaf reporta exitoso avance de Chile en su Estrategia Nacional de Cambio Climático

Créditos: Conaf
Publicado por Francisca Rivas
La información es de Comunicado de Prensa

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Miércoles 30 junio de 2021 | Publicado a las 09:20

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Con el apoyo técnico del Banco Mundial, la Conaf culmina la segunda etapa del Proyecto de Preparación para REDD+ del Fondo Cooperativo para el Carbono Forestal (FCPF) y el Proyecto Manejo Sustentable de la Tierra.

Tanto Conrado Blanco Mamani, vecino Aymara de la Comunidad Indígena de Guallatire, dueño del Predio Chiva Tambo, ubicado en la Reserva Nacional Las Vicuña, región de Arica y Parinacota; como María Angélica Morales, dueña de unas tierras en la comuna de Litueche, región de O’Higgins; han visto con preocupación como, año tras año, sus terrenos presentan un deterioro progresivo asociado principalmente a la falta de manejo, incendios y la sequía prolongada.

Un Equipo de Asistencia Técnica de la Conaf capacitó y trabajó en conjunto con los beneficiarios en la elaboración e implementación de un Plan Predial, el cual busca generar una planificación del predio a 5 años, partiendo al inicio por la descripción de su cobertura, usos actuales y ubicación del terreno.

Las acciones implementadas por el proyecto son, por ejemplo: manejar sustentablemente los bofedales; replantar queñoas y reforestar con bosque nativo; sumadas a formas de tenencia de tierras y actividades productivas centradas en la ganadería camélida, hizo su trabajo y mejora; permitiendo a futuro replicar aquellas prácticas y manejos recomendables en otras zonas similares del país.

María Morales y Conrado Mamani fueron algunos de los muchos beneficiarios de los proyectos de implementación temprana desarrollados por la Conaf, que se han implementado en las regiones de Arica y Parinacota, Coquimbo, O´Higgins, El Maule, Bío Bío, Los Lagos, Los Ríos, La Araucanía, Aysén y Magallanes.

Dichos proyectos incluyeron programas de recuperación de tierras degradadas (como restauración, manejo integral del ganado), manejo del recurso hídrico (como aguadas, bebederos móviles, cosecha de aguas de lluvia) y actividades complementarias derivadas del uso sustentable del territorio (como el desarrollo del turismo rural, generación de productos con denominación de origen, recuperación de prácticas ancestrales), entre otras, todas acciones dirigidas a la permanencia de comunidades rurales y/o indígenas, buscando frenar el proceso de migración campo-ciudad.

Chile busca ser carbono neutral

Desde 2010, el Ministerio de Agricultura, a través de Conaf, trabaja para mitigar los efectos del cambio climático en los bosques. Para ello, desde 2014 cuenta con el apoyo técnico del Banco Mundial y el financiamiento del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF), para prevenir la deforestación y degradación de los bosques.

De esta forma, busca avanzar en el cumplimiento de los compromisos establecidos en la Iniciativa Global para la Reducción de las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+), así como a prepararse para los futuros sistemas de incentivos financieros para REDD+.

En este contexto se elabora la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (Enccrv), que se diseña como un instrumento de políticas públicas fundamental para cumplir los compromisos asumidos por Chile en materia de cambio climático, desertificación, degradación de las tierras y sequía.

La Enccrv se diseña como un instrumento de políticas públicas fundamental para cumplir los compromisos asumidos por Chile en materia de cambio climático, desertificación, degradación de las tierras y sequía; y su desarrollo se divide en tres fases.

La Fase de Preparación se inició en 2010 con las primeras donaciones internacionales recibidas y contempló el desarrollo de múltiples estudios, proyectos y talleres participativos para generaron los elementos base para la formulación de la Enccrv.

Todos fueron validados mediante tres procesos simultáneos llevados a cabo a nivel nacional: Autoevaluación, Diálogo y Participación Indígena, y Consulta Ciudadana.

Parte de los mencionados elementos necesarios para su implementación fueron: el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal, donde se efectúa la medición, reporte y verificación de la reducción y captura de emisiones de CO2; se desarrolló un Nivel de Referencia de Emisiones Forestales, que permite definir la línea base de las emisiones de los bosques del país y; se diseñó un sistema de información para apoyar la gestión y abordaje de las salvaguardas ambientales y sociales (permitieron realizar un importante trabajo con las comunidades, especialmente con mujeres y comunidades indígenas).

La Fase 2 de Implementación, comenzó en 2016 con la ejecución de las primeras intervenciones en los territorios a través de proyectos piloto, los cuales tienen como objetivo someter a examen los mecanismos técnicos, financieros, arreglos institucionales y de participación planificados en la fase de Preparación.

Adicionalmente, se validaron los sistemas diseñados previamente, relativos a la medición y monitoreo de flujos de carbono y de indicadores ambientales y sociales.

La Fase 3 de Pago por Resultados implica regular las acciones de la Enccrv. En esta fase la acción más relevante es la preparación de incentivos financieros para REDD+.

En esa línea, la Conaf desarrolló el Programa de Reducción de Emisiones de Chile y el Sistema de Distribución de Beneficios, para distribuir de forma equitativa y transparente los beneficios que genere el Programa, el cual ayudará a las comunidades a atacar los principales factores causantes de la degradación, deforestación y no aumento del bosque nativo.

Planes Prediales para un manejo sustentable de la tierra

El Banco Mundial trabajó con la Conaf y servicios del Ministerio de Agricultura como el SAG, Indap, Odepa y el Ministerio de Medio Ambiente, buscando impulsar un proyecto para promover el Manejo Sustentable de la Tierra, aplicado a los terrenos forestales, agrícolas y ganaderos.

En el marco de la Enccrv, esta iniciativa financiada por Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF por sus siglas en ingles) se transformó en un piloto de acción y laboratorio de aprendizaje, para mejorar las políticas e instrumentos para luchar contra la degradación de tierras, revertir la desertificación, reforzar la incorporación de la biodiversidad en las políticas silvoagropecuarias y proteger el rol de los bosques como sumideros de carbono activos de carbono forestal.

Su objetivo fue formular un marco nacional de Manejo Sustentable de la Tierra; para luchar contra su degradación, incorporar la biodiversidad en las políticas nacionales, y proteger los activos de carbono forestal.

Por ese motivo, se buscaron áreas representativas del territorio nacional y que permitieran generar acciones replicables hacia áreas más extensas de significancia ecológica, sociocultural y/o de alta vulnerabilidad ambiental.

Desarrollado entre agosto de 2013 y junio de 2021, el proyecto logró que en más de 49.000 hectáreas de tierra se implementaran prácticas sustentables, desarrollando corredores de conservación y protección de la biodiversidad; restauración de tierras y bosques, así como reforestación y planes de manejo productivos y de conservación.

Otro aporte fue la generación de Planes Prediales (instrumentos de gestión territorial), que presenta probabilidades de replicabilidad y proyección en el tiempo en las Políticas públicas como le Plan nacional de adaptación al cambio climático y el plan nacional de restauración a escala de paisaje.

El proyecto, además, visibilizó la necesidad de modificación, e incluso rediseño, de instrumentos de fomento flexibles y adaptables a las limitantes locales; e incorporar aspectos sociales y ambientales en línea con los desafíos que impone el cambio climático y los compromisos de Chile en esta materia.

Un aprendizaje global dejó la implementación de estos proyectos. Y la participación de Conrado Blanco, de Nancy Sánchez y de Hugo Morales (entre tantos otros beneficiarios) fue un claro ejemplo de ello.

La participación y pertenencia al territorio son factores claves para el éxito de un proyecto, resulta entonces indispensable involucrar a los actores locales desde el inicio (formulación) y hacerlos partícipes de todo el desarrollo del proyecto; generando sinergias en múltiples ámbitos, aportando al traspaso de conocimientos en ambos sentidos y mejorando sus posibilidades de réplica nacional e incluso internacional.

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