Hace poco más de una semana Fiscalía autorizó la reapertura de la búsqueda del Cessna 172 y sus cinco ocupantes desaparecidos en octubre de 2013, y desde este domingo comenzaron a surgir nuevos antecedentes que podrían llevar al paradero de la siniestrada aeronave.

Primero, durante el fin de semana la lancha pesquera de sardinas “Tsunami”, tras recoger sus redes, encontró restos metálicos que se estaban a 3 millas náuticas del cabezal norte de Isla Mocha y a 25 metros de profundidad, los cuales podrían corresponder a la aeronave que era pilotada por Mario Hahn.

Ahora, durante la madrugada de este lunes nuevamente una embarcación dio aviso del descubrimiento de restos de fuselaje, pero que esta vez tienen remaches característicos y letras que podrían corresponder a la matrícula del Cessna.

En la primera instancia se dieron a conocer imágenes de los restos encontrados el domingo, los cuales coinciden en sus colores con los del Cessna desaparecido y fueron parcialmente reconocidos por Julio Hahn, hijo del piloto desaparecido.

El nuevo hallazgo fue descubierto por pescadores de la lancha “Doña Jovita II”, quienes antes de las 04:00 horas de la madrugada dieron el aviso a la Capitanía de Puerto de Coronel, informando sobre que habían encontrado los restos entre las redes de pesca.

Ahora el Ministerio Público deberá recibir los restos e iniciar la investigación correspondiente, en el marco de la reapertura del caso, que si bien ya había sido autorizada, aún no tenía fecha oficial.

Cabe recordar que la aeronave despegó la tarde del domingo 6 de octubre de 2013 rumbo hacia el Aeródramo de Tirúa, transportando a los pasajeros Leslie Roa Sufray de 27 años, Erick Arriagada de 28, Jorge Luengo Suazo de 53 años y Jorge Luengo Espinoza de 28, quienes nunca llegaron a su destino.

Tras ello, se hizo un intenso plan de búsqueda que comprometió a todas las ramas de las Fuerzas Armadas, además de pescadores artesanales y civiles que ayudaron en el caso.

En estas búsquedas se halló cerca de Lebu la mochila de uno de los ocupantes, y luego un trozo metálico, que nunca quedó claro si correspondía o no a la avioneta. También se encontró una polera que podría pertenecer a uno de los desaparecidos.