Existen muchas dudas dentro de la sociedad con respecto a la crianza de los hijos por parte de parejas homosexuales. Si bien algunos creen que esto último puede ser perjudicial para un niño, lo cierto es que la mayoría de las investigaciones en torno al tema apuntan a que no hay grandes diferencias en el desarrollo emocional, social y cultural entre quienes fueron criados por padres gays o heterosexuales.

De hecho, un reciente artículo publicado por la prestigiosa revista LiveScience recopiló una serie de opiniones de expertos y estudios que acreditan que los hombres y mujeres homosexuales pueden incluso llegar a ser mejores padres que muchos de sus pares “hétero”.

Este informe básicamente argumenta por qué son infundadas las palabras del candidato presidencial estadounidense Rick Santorum, quien dijo que los niños están mejor con un padre en la cárcel que en un hogar de lesbianas y las del Papa Benedicto XVI que aseguró que el matrimonio entre homosexuales es una amenaza “para el futuro de la humanidad” por la necesidad de que los niños tengan padres heterosexuales.

En este sentido, Abbie Goldberg, psicóloga en la Universidad Clark en Massachusetts dedicada a la investigación de la crianza de los hijos de gays y lesbianas, dijo que los padres con esta tendencia sexual “tienden a estar más motivados y comprometidos que los padres heterosexuales, en promedio, debido a que optaron por ser padres”. De hecho señaló a LiveScience que los homosexuales raramente se convierten en padres por accidente, en comparación con una tasa de embarazo inesperado de casi 50% entre los heterosexuales. “Eso se traduce, en promedio, en un mayor compromiso y una mayor participación”, aseguró.

Asimismo, varios sondeos indican que los niños de padres gays no muestran diferencias particulares en el rendimiento escolar, salud mental o desarrollo social, y además tienen la ventaja de ser más tolerantes y proclives a comprender el papel de las relaciones equitativas.

Para ejemplificar esto, se cita la revisión de prácticamente todos los estudios sobre paternidad homosexual que hizo la socióloga de la Universidad de Nueva York, Judith Stacey, en conjunto con su par de la Universidad del Sur de California, Tim Biblarz, quienes no encontraron desemejanzas significativas entre los niños criados en hogares con dos padres heterosexuales y aquellos que crecieron con dos madres lesbianas.

Si bien hay poca investigación con respecto a los hijos de los hombres gay, Stacey y Biblarz sospechan que éstos “son mejores padres de familia en general”. Aunque es una especulación, explican que si para las lesbianas ya es difícil planificar tener un hijo, para ellos lo es aún más y si decidieron hacerlo es porque realmente están muy comprometidos.

Los hombres con parejas del mismo sexo, señalan ambos expertos, no tienen el problema de la mayoría de las lesbianas que utilizan un donante de esperma y sólo una es madre biológica, lo que podría crear un conflicto porque ella se siente más cerca del niño que la otra.

“Ninguno de ellos se embaraza o amamanta, por lo que no hay asimetría de la relación”, postulan.

En definitiva, manifestó Stacey, las personas que dicen que los niños necesitan un padre y una madre para crecer bien, no saben que “dos buenos padres son mejores que un buen padre o madre, y un buen padre es mejor que dos malos padres”… pero la condición sexual parece no hacer diferencias importantes.

De hecho, un artículo publicado en 2007 en American Journal of Orthopsychiatry relata que se entrevistó a 46 adultos con al menos un padre gay, de los cuales 28 se mostraron más empáticos con las personas y se sentían menos frustrados por los estereotipos de género.

“Estas personas sienten que sus perspectivas sobre la familia, el género y la sexualidad han sido ampliamente mejoradas por haber crecido con padres homosexuales “, dijo Goldberg. Eso es probablemente porque los gays y las lesbianas tienden a tener relaciones más igualitarias que las parejas heterosexuales, agregó el especialista.

“Los hombres y las mujeres sentían que estaban libres de perseguir una amplia gama de intereses. Nadie les estaba diciendo, ‘Oh, no puedes hacer eso, eso es cosa de chicos’, o ‘eso es una cosa de chicas’.

Pese a estos argumentos, probablemente en Chile estamos muy lejos de que la ley permita que hombres y mujeres gays puedan acceder a la adopción y sean una opción viable para que miles de menores abandonados tengan una familia donde crecer.

Revisa aquí el artículo completo publicado por LiveScience.