Si bien la infidelidad es el primer motivo de ruptura de las parejas, hay quienes están usando ese episodio como una “oportunidad” para beneficiar la relación.

Se trata de la tendencia del “cuckolding”, que en español se traduce como “cornudo consentido”. Es decir, aquella persona que permite que su pareja tenga un encuentro sexual con otro(a) a cambio de presenciar el momento o de que le cuente la experiencia.

El principal objetivo es sentir excitación sexual. “El engaño puede ser real o imaginario y existe de toda la vida”, explica la sexóloga Lorena Hermoso, al diario electrónico ABC.

“Vivimos en una sociedad cada vez más abiertas y que ha avanzado mucho con el paso de las 2 últimas generaciones”, reflexiona la especialista sobre este tipo de prácticas.

Asimismo, destaca que la realizan aquellas parejas que llevan varios años de relación. Habitualmente es el hombre el que desea que su pareja tenga un encuentro sexual con otra persona desconocida.

Desde su perspectiva, son las mujeres mayores quienes vislumbran una oportunidad en el “cuckolding”. “Lo ven como un fetiche que puede despertar la llama y reavivar la pasión dentro de la pareja“, explica la sexóloga.

Tradicionalmente el perfil del “cuckold” o “cuernudo consentido”, son hombres de 46 años o más, con una pareja estable de más de 15 años.

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“Es esencial comprender que lo que podría ser humillante de imaginar a una esposa teniendo relaciones sexuales con otro hombre, puede transformarse en algo tremendamente erótico”, sostuvo el psicólogo David Ley al sitio especializado Psychology Today.

El especialista señala que cuando una relación romántica ha sido “domesticada” por años, gran parte de su esencia original puede haber desaparecido. “Entonces si a través de la fantasía, un hombre logra imaginar a su esposa como un objeto sexual apasionado y bidimensional, puede restaurar parte de la ‘lujuria reluciente’ que ahora posiblemente le falta“, explica.

Según explica la sexóloga, lo más importante para ellos, es que se cumpla la norma de no generar un lazo emocional con la otra persona, ni mucho menos un hábito de encuentros sexuales.

Es un fetiche

“Este tipo de fantasías y juegos sexuales, tiene que ver en muchos casos con la práctica del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo). De hecho es uno de los juegos más habituales entre las parejas que practican el juego de la dominación y sumisión”, añade la sexóloga.

No obstante, deja en claro que el “cuckolding” es un fetiche que no tiene relación con otras prácticas sexuales como el voyeurismo (buscar placer sexual en la observación de otras personas en situaciones eróticas) o el poliamor (amar a varias personas a la vez).

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Simplemente consiste en buscar una excitación erótica compartiendo la experiencia sexual con otro. “No se trata de humillar a la pareja ‘poniendo los cuernos’, sino de buscar esa excitación compartiendo la experiencia“, complementa la experta.

De este modo, advierte que no deben aparecer celos, ni reproches en la relación. No obstante, si trae más problemas que beneficios para la pareja, es mejor descartar esa opción.

Cabe señalar que en la práctica clínica, aparecen algunas parejas que fantasean con este tipo de experiencias, pero muy pocas llegan a concretarlas. Asimismo, se tolera más la inclusión de un tercero a la relación, en vez de saber que tu pareja está teniendo sexo con otro y no se tiene el control de la situación.