Maquillarse es parte de la rutina diaria de algunas mujeres. Muchas veces, se utiliza para mejorar la autoestima, expresarse, o disimular el cansancio en el rostro.
Sin embargo, según los expertos, el maquillaje está destinado para acentuar los rasgos, y no para cambiar la apariencia o el tono de piel de las personas. Así lo plantea la maquilladora rusa, Julia Ismailova, tal y como consigna el sitio de noticias News Lagoon.
Desafortunadamente, las nuevas tendencias utilizan capas excesivas de base, pestañas poco realistas, o colores muy llamativos, que le restan naturalidad al rostro. Eso es lo que plantea la profesional.
En este contexto, Ismailova es partidaria de la belleza natural y el maquillaje al mínimo. A Julia le gustan las técnicas que no cambien los rasgos faciales, evitando las líneas marcadas para que el rostro no se vea tan “pesado”.
Además, reconoce que la hace feliz ver las “metamorfosis internas que ocurren en su salón”, cuando una clienta sale con un cambio de imagen.
Sutiles cambios hacen la diferencia
Por este motivo, en una serie de publicaciones en su cuenta de Instagram, comparó el resultado profesional de su técnica de maquillaje (derecha), con el de sus clientas (izquierda). De este modo, demostró que sutiles detalles pueden hacer la diferencia:
Para lograr este cambio de imagen, utilizó técnicas profesionales, destacando la belleza natural de cada una y evitando usar demasiados componentes.
De acuerdo a las descripciones de las publicaciones, el objetivo de Julia era demostrar cómo se utilizan los cosméticos correctamente.
Es el caso de Laiza de 19 años. “Cuando recibí su solicitud, no tenía una sola duda sobre si trabajar con ella o no. Hablamos sobre la vida durante mucho tiempo y sobre lo que el maquillaje significa para ella (…) Entendí su mensaje y comencé a trabajar”, detalló sobre el siguiente resultado:
Otro caso, fue el de Elana, quien solicitaba colores cálidos para su rostro. “En mi opinión, el maquillaje en tonos fríos le conviene más, no enfatiza el enrojecimiento de la piel y hace que la cara sea fresca”, explicó sobre la mujer de la fotografía.
Algo similar ocurrió con el maquillaje oscuro Nastya, quien con su cabello liso color ceniza, no favorecía sus facciones.
Por ese motivo, Ismailova decidió cambiarlo por tonalidades rosadas, provocando que luciera más joven y aumentando las dimensiones de su rostro.
“Dado que las alas del delineado apuntaban hacia abajo, los ojos de la clienta parecían caídos“, comentó sobre el efecto que producía el mal uso de ese cosmético.
Sin embargo, la maquilladora recomendó un poco de sombra suave en los párpados para corregir ese efecto, tal y como se muestra a continuación:
