Es común escuchar a las mujeres embarazadas decir que tienen los tobillos y pies “hinchados”, síntoma provocado por la retención de líquidos, el cual se prolonga durante todo el periodo de gestación y es generado por fluidos atrapados en los tejidos del cuerpo, como también por otras condiciones propias del embarazo.

“La causa de este aumento es la retención hídrica o líquida, por efectos hormonales, como mayor presencia de progesterona, aumento del volumen sanguíneo durante el embarazo y por factores netamente mecánicos, como estar de pie, posición que dificulta el ascenso de la sangre desde las piernas hacia el corazón”, explica William Stanley, Médico Jefe de Maternidad de Clínica Bupa Reñaca.

“Otra causa, es la compresión que ejerce el útero sobre los grandes vasos venosos, impidiendo el retorno venoso, produciendo una permeabilidad de los vasos sanguíneos, saliendo fluidos corporales hacia los tejidos, mayoritariamente en las extremidades inferiores”, añadió.

¿Se debe controlar la retención de líquidos?

La retención de líquidos es parte del embarazo, pero debe ser controlada siempre, sobre todo en mujeres que experimentan su primer embarazo, ya que pueden tener patologías asociadas como hipertensión o diabetes. Cuando la retención de líquidos se presenta en zonas como cara o manos, es importante advertirlo, ya que es un síntoma de hipertensión.
 
Sobre los niveles que se puede, el ginecólogo indica que “tiende a aumentar con el curso de la gestación haciéndose más intenso en el tercer trimestre y en especial hacia el término del día. La retención de líquidos aumenta aún más después del parto, por los diferentes eventos cardiovasculares generados posteriormente, ya que el organismo debe redistribuir los excesos de fluidos a través de la orina (Poliuria) o edemas en extremidades, síntoma que puede durar varias semanas”.

 7 tips para atenuar los efectos de la retención de líquidos

-Controlar el peso: Una embarazada no debe subir más de 10 a 12 kilos, durante todo el embarazo.

– Dieta equilibrada: Integrando alimentos variados en las comidas, como vegetales, proteínas, carbohidratos y legumbres. Se recomienda aumentar los niveles de hidratación, consumiendo 2 litros diarios de agua, y consumir abundantes porciones de frutas y verduras frescas.

– Evitar el consumo de sodio:
Alimentos como embutidos, salsas y productos fritos contienen altos niveles de sodio, los cuales al ser consumidos de manera constante aumentan la retención de líquido en embarazadas.

– Realizar ejercicios para embarazadas: Como yoga y pilates, esto ayuda a la circulación de la sangre y elasticidad de la futura mamá. La hidratación luego del ejercicio es muy importante.

– Masajes: Se recomienda realizar masajes de drenaje linfático y en las piernas con más intensidad.

– Dormir hacia el lado izquierdo: Este sencillo hábito facilitará el drenaje venoso, atenuando el efecto de la retención de líquidos.

– Evitar estar de pie: Sobre todo durante el último trimestre del embarazo. Al estar acostada, se recomienda inclinar o subir las piernas 20 cm para evitar un sobrepeso.