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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El auto DeLorean, famoso por aparecer en "Volver al Futuro", tiene su propia historia. Creado por John DeLorean, el ingeniero buscaba un auto sostenible, pero fracasó comercialmente. Fundó su empresa y lanzó el DMC-12 en 1981, pero los altos costos lo llevaron a la quiebra.

El archiconocido DeLorean, el automóvil creado por el Doctor Emmett Brown, el personaje de “Volver al Futuro” es uno de los vehículos más ilustres del cine.

Aunque han pasado 40 años desde el estreno de la película, lo cierto es que esta máquina del tiempo también existe en la vida real, como el invento del ingeniero John DeLorean, un excéntrico empresario que tenía en mente diseñar un auto accesible, sostenible y ético.

De todas formas, pese a fracasar comercialmente en su intento, el DeLorean quedó grabado como uno de los vehículos más icónicos, que a pesar de no cumplir con su promesa original, tuvo una segunda oportunidad para no ser olvidado, pese a que su creador vivió una dramática historia que terminó con su compañía quebrada.

Prácticamente, desde que el DeLorean fue lanzado en 1982, gozó de una fama inmediata pero por las razones equivocadas.

John DeLorean, la visión del excéntrico millonario

John DeLorean nació el 6 de enero de 1925 y creció en un barrio proletario en la ciudad de Detroit, reconocida por ser el epicentro de la industria automotriz.

En medio de una familia que creció sin que le sobre nada, el padre, Zachary, y la madre de John, Kathryn, se dedicaron a trabajar en fábricas automotrices, buscando los ingresos necesarios para subsistir.

Aun así, el interés de DeLorean por progresar lo motivó a estudiar una maestría en ingeniería automotriz y, más tarde, un MBA de la Universidad de Michigan, recogió la revista Forbes.

Luego, el futuro magnate comenzaría una meteórica carrera en 1952, al trabajar para la Packard Motor Car Company. En cuatro años, finalmente dio el salto a General Motors (GM), donde se desempeñó como ingeniero en la división de Pontiac, que se encontraba relegada. Según el autor de On A Clear Day You Can See General Motors, J. Patrick Wright, la marca automotriz era “como la división de una persona mayor”.

John DeLorean

“Cuando DeLorean se fue” —indicó— “se había convertido en la tercera mejor placa de identificación en la industria automotriz, justo detrás de Chevy y Ford”.

Por ejemplo, gracias a la idea del ingeniero, se instaló en los modelos Bonneville y Tempest de Pontiac un motor V8 de 389 pulgadas cúbicas, lo que le permitió crear automóviles de alto rendimiento conocidos como Muscle Cars.

Por su visión empresarial, pronto DeLorean fue nombrado gerente general de Pontiac, con tan solo 40 años. De este modo, para 1972, ya era el jefe de las operaciones de automóviles y camiones para Norteamérica de GM.

Sin embargo, su estilo de vida extravagante, que incluía fiestas de lujo y relaciones con modelos, chocaba con la imagen conservadora y seria de los ejecutivos de la época.

“Disfrutar de la vida ocupa un lugar muy alto en mi lista de prioridades, dijo DeLorean, en entrevista con The New York Times, después de renunciar a GM, al acusar que la multinacional había disminuido la calidad de sus automóviles. Al respecto, le mencionó al diario estadounidense de que “no quería el trabajo de todos modos porque un puesto de alta gerencia en GM consiste en sentarse en reuniones todo el día”. “Incluso con 650,000 dólares al año, si el trabajo no es te satisface, haces otra cosa”, afirmó con su habitual tono mordaz.

Así pues, en 1975, fundó DeLorean Motor Company (DMC) con la misión de crear un “automóvil ético”, capaz de ser seguro, duradero y sostenible. “Imaginó un coche que sería lo mejor de todo”, afirmó Jordan Livingston, el realizador del documental “Living the Dream” (Viviendo el sueño, es español). “Quería el mejor estilo, quería el [menor] impacto ambiental, quería el mejor valor para el cliente y también quería la mayor seguridad”.

También quería construir un auto con “una gran belleza estética”, afirmó con entusiasmo.

Auge y caída del DeLorean

A principios de 1981, abrió una fábrica en Dunmurry, Irlanda del Norte, debido a que el gobierno británico le entregó una inversión de 120 millones de dólares.

De esta manera, en Belfast, se estableció la fábrica del famoso vehículo, inspirado en el diseño de Giorgetto Giugiaro. Así, que con el nombre de DMC-12, el auto no solo esperaba convertirse en un fenómeno de ventas, sino que se convertía de manera milagrosa en una fuente laboral para los irlandeses afectados por las actividades del Ejército Republicano Irlandés (IRA).

También otra ayuda inesperada para el sueño de DeLorean, fueron los préstamos de figuras consolidadas del espectáculo, como el presentador de Tonight Show, Johnny Carson, Roy Clark y Sammy Davis Jr., como los principales inversionistas.

Se vendieron 6.000 DMC-12 cuando fue lanzado al mercado.

En ese sentido, la labia y su personalidad seductora, le sirvió al empresario para iniciar la producción del famoso DeLorean. No obstante, los primeros autos salieron defectuosos, por porque las puertas de ala de gaviota no se encontraban alineadas, además de que muchos modelos presentaban problemas en el sistema eléctrico.

Todas las fallas fueron encareciendo el precio del DMC-12 a 25.000 dólares, que provocó que las ventas fueran prácticamente a pique desde su lanzamiento, detalló el diario ABC de España.

“El problema más grande que teníamos es que el primer plan de negocios que desarrollamos apenas el proyecto llegó a Irlanda del Norte nos dejó en claro que nos íbamos a quedar sin plata el día que fabricáramos el primer auto”, explicó Barrie Wills, director de Ventas y luego CEO de la compañía automotriz.

Es más, de las 9.000 unidades fabricadas, solo se pudieron vender unos 6.000 vehículos, al momento de su lanzamiento.

La caída en desgracia de John DeLorean

Con los números en rojo y viendo que su sueño estaba amenazado, en octubre de 1982, John ideó un discutible plan para salvar a su empresa: vender drogas.

Resulta que el FBI y la DEA montó una operación encubierta, donde James Hoffman, un extraficante le ofreció un plan para vender 100 kilos de cocaína, por un valor cercano de 24 millones de dólares, según consignó Infobae.

“Estaba desesperado por salvar la compañía. Cuando me ofrecieron la oportunidad de obtener el dinero para salvar la empresa, lo consideré. Fue un error terrible, pero en ese momento, con 2600 empleos en juego, parecía que no tenía otra opción”, contó DeLorean, según consignó el Diario ABC.

Así pues, los agentes simularon ser inversores, lo que finalmente terminó con el ofrecimiento del curioso “trabajo”. Dos años después, DeLorean fue absuelto porque de alguna manera fue inducido a cometer el delito, expuso su defensa. Aunque pese a la desesperación de la maniobra, DMC Inc. fue declarada en quiebra. Inclusive, DeLorean enfrentó varios procesos por malversación de fondos y fraude. Si bien, zafó de la condena, el exhombre de negocios gastó 100 millones en pagar a sus acreedores, recogió Infobae.

En los años posteriores, DeLorean expuso que quería resurgir y recuperar su vilipendiado nombre. Finalmente, murió el 19 de marzo de 2005, en el Hospital Overlook en Summit, Nueva Jersey, por causa de un derrame cerebral.