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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Tim Friede, un estadounidense, se inyectó veneno de serpiente durante 18 años para desarrollar inmunidad personal. Sin embargo, tras una mordedura casi fatal, su sangre podría ser el antídoto universal para las mordeduras de estos reptiles. Gracias a su colaboración con el doctor Jacob Glanville, se identificaron anticuerpos que neutralizan diversas neurotoxinas, mostrando una amplitud de protección sin precedentes. Aunque aún se necesitan más pruebas, esta investigación podría llevar a un antídoto único para varias especies de serpientes venenosas.

Un hombre se inyectó veneno y se dejó morder durante 18 años por serpientes venenosas con el fin de lograr inmunidad, sin pensar que estaría contribuyendo a la ciencia.

Tim Friede es un estadounidense que está contribuyendo, con su sangre, a descubrir un antídoto para las mordeduras de serpientes venenosas que matan a cientos de personas cada año, según recoge BBC.

Durante casi dos décadas, Friede ha soportado más de 200 mordeduras y más de 700 inyecciones de veneno de las serpientes más mortíferas del mundo, entre ellas especies como mamba, cobra, taipán y búngaro.

Hombre se inyectó veneno y se dejó morder por serpientes venenosas durante 18 años

El hombre inicialmente quería desarrollar su propia inmunidad para protegerse al manipular serpientes, lo cual documentaba en YouTube. Sin embargo, su vida dio un giro cuando una mordedura casi le cuesta la vida.

“No quería morir. No quería perder un dedo. No quería perder mi trabajo”, dijo al medio citado cuando recibió dos mordeduras de cobras que lo dejaron en coma durante un tiempo.

Tras esto, la motivación de Friede se convirtió en desarrollar mejores terapias para el resto del mundo, de la mano del doctor Jacob Glanville, director ejecutivo de la empresa biotecnológica Centivax.

“Se volvió un estilo de vida y seguí esforzándome al máximo por todas esas personas que viven a miles de kilómetros de mí y mueren por mordeduras de serpiente”, sostuvo.

Proceso para encontrar el antídoto

En un inicio el proceso para encontrar el antídoto perfecto se realizó inyectando pequeñas dosis de veneno en caballos. El sistema inmunitario de este animal lo combatía produciendo anticuerpos, el cual se extraía para realizar pruebas en humanos.

No obstante, tanto el veneno como el antídoto deben ser similares, ya que las toxinas de la mordedura venenosa es diferente entre especies.

Tras esta dificultad, los investigadores iniciaron una investigación para dar con un tipo de defensa inmunitaria llamada anticuerpos ampliamente neutralizantes, la cual presenta el hombre estadounidense.

Jacob Glanville conoció la historia de Tim Friede y no dudó en contactarlo para desarrollar un antídoto universal.

“Inmediatamente pensé: ‘Si alguien en el mundo ha desarrollado estos anticuerpos ampliamente neutralizantes, es él’, así que me puse en contacto”, relató Glanville.

“En la primera llamada, le dije: ‘Esto puede sonar un poco raro, pero me encantaría conseguir una muestra de tu sangre"”, mencionó.

Pruebas en serpientes venenosas: elápidos

Friede aceptó su propuesta y extrajeron su sangre en busca de defensa, la cual actualmente es estudiada con la especie de serpientes venenosas llamadas elápidos.

Tras los estudios identificaron dos anticuerpos neutralizantes que atacan dos clases de neurotoxinas, a la que agregaron un fármaco que ataca una tercera y que lograría el antídoto ideal.

Tipo de serpientes venenosa
Getty Images | Serpiente de la especie de elápidos

Esto se comprobó gracias a una prueba con ratones. Los animales sobrevivieron a dosis mortales de 13 de las 19 especies de serpientes venenosas (en las seis restantes, el antídoto les proporcionó una protección parcial).

Según el doctor Glanville, se trata de una amplitud de protección “sin precedentes”. “Probablemente, cubre a todo un grupo de elápidos para los que no existe antídoto”, agregó.

Ante estos resultados, el equipo de científicos busca refinar aún más los anticuerpos y tantea la posibilidad de añadir un cuarto componente que podría conducir a una protección total contra el veneno de las serpientes elápidas.

Búsqueda de antídoto único

En el transcurso de aquellos estudios, también planean realizar nuevos para otros tipos de serpientes venenosas gracias a la sangre del hombre estadounidense, todo con el fin de encontrar un antídoto único.

Creo que en los próximos 10 o 15 años tendremos algo eficaz contra cada una de esas clases de toxinas“, afirmó el profesor Peter Kwong, investigador de la Universidad de Columbia.

“Los anticuerpos de Tim son realmente extraordinarios: ha enseñado a su sistema inmunológico a conseguir un reconocimiento muy amplio (de las toxinas)”, añadió Kwong.

Sin embargo, de acuerdo a los expertos, aún queda trabajo por realizar, ya que el antídoto aún necesita pruebas exhaustivas antes de poder utilizarse en personas.

Por su parte, para Friede, llegar a esta etapa “me hace sentir bien”.

“Estoy haciendo algo bueno para la humanidad y eso era muy importante para mí. Estoy orgulloso de ello. Es genial”, sostuvo.