Kenneth Law tiene 57 años y enfrenta un total 28 cargos por haber comercializado en línea desde 2020 "kits de suicidio" a más de 40 países.

El caso de Kenneth Law, el ‘Chef de la muerte’, un hombre canadiense acusado de suministrar una sustancia venenosa a personas que fallecieron por suicidio, avanzará directamente a juicio, según la decisión de un tribunal en Ontario.

Además, los fiscales aumentaron los cargos contra Law de asesinato en segundo grado a asesinato en primer grado.

Se estima que Law pudo haber enviado más de 1.200 paquetes con sustancias letales distribuidas alrededor de 40 países, incluyendo el Reino Unido. El ex chef de 57 años de Toronto enfrenta un total de 28 cargos, incluyendo 14 cargos de asesinato en primer grado y 14 cargos de ayuda y asesoramiento al suicidio.

Su abogado, Matthew Gourlay, ha anunciado que Law planea declararse no culpable.

Todos los cargos están relacionados con las muertes de personas en toda la provincia de Ontario, con edades comprendidas entre los 16 y los 36 años. Al menos una víctima es menor de 18 años, según la policía local.

En una instancia anterior ante el tribunal, los fiscales informaron a Law que su caso seguirá mediante acusación directa, evitando una investigación preliminar.

Law se encuentra bajo custodia policial desde su arresto en mayo de 2023 y está siendo investigado por agencias policiales en diversas partes de Canadá y otros países.

Detectives británicos lo vincularon a 90 muertes en el Reino Unido, aunque actualmente solo enfrenta cargos en la provincia canadiense de Ontario.

Inicialmente acusado de homicidio involuntario, los fiscales elevaron los cargos contra él dos veces, argumentando que han surgido nuevas evidencias que respaldan los cargos más graves. El inspector Simon James de la Policía Regional de York afirmó que están constantemente evaluando la evidencia.

Bajo la ley canadiense, el asesinato en primer grado implica la muerte deliberada y planificada de otra persona. Los detectives canadienses sostienen que Law dirigía varios sitios web que ofrecían equipos y sustancias para ayudar a las personas a poner fin a sus vidas. En el Reino Unido, la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA) en Londres lo acusa de enviar paquetes a 272 personas, de las cuales 90 fallecieron posteriormente.

Sin embargo, no se ha confirmado que una sustancia tóxica fuera la causa directa de cada muerte. En caso de ser declarado culpable, Law enfrentaría una condena de por vida, sin posibilidad de libertad condicional, durante 25 años.