El rey Luis XIV tenía una particular fascinación por ver a las mujeres dar a luz. Y es que que en la Francia de mediados del siglo XVII, incorporó esa posición en los partos de sus hijos y esparció la metodología alrededor del mundo.

El rey tuvo 22 hijos, algo normal para un monarca de aquella época que tenía que asegurar su descendencia, lo que no era tan común era la satisfacción que sentía al ver a sus mujeres dar a luz. Disfrutaba del proceso y siempre asistía a todos y cada uno de sus partos, pero no por razones emotivas.

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Disfrutaba tanto, que se dice que de una forma pervertida, acostaba a las mujeres sobre la espalda para ralentizar el proceso y obligaba a que las matronas fueran hombres para que empatizarán menos con ellas, según detalla una investigación del American Journal of Public Health.

Históricamente, esta posición estaba sólo reservada para casos en los que existían complicaciones y los médicos necesitaban realizar algún tipo de cirugía.

De hecho se ha puntualizado en la coincidencia entre las ideas del soberano y el desarrollo de la teoría del obstetra fracés François Mauriceau, quien alegaba que al encontrarse recostadas y con las piernas elevadas, sería mucho más cómodo para ellas y también para las matronas o los primeros médicos obstetras, según constató History.

Partos en la antigüedad | Wikipedia

En la actualidad, el parto horizontal es la forma adoptada por la mayoría de los profesionales de la salud que asisten nacimientos, aunque todavía existen comunidades más primitivas donde las mujeres prefieren guiarse por su instinto fisiológico y apelar al viejo método de parto verticalizado.

¿Qué dice la medicina actual?

Formas de traer una vida al mundo hay muchas siendo el parto respetado uno de los factores más importantes pues combina la voz de la madre con la experiencia y seguridad del cuerpo médico cuando es necesario.

Se considera que una mujer está de parto, cuando sus contracciones son regulares y capaces de actuar sobre el cuello del útero, acortándolo y dilatándolo. El trabajo de parto real, se identifica porque las contracciones son rítmicas, pueden durar entre 30 y 70 segundos, con intervalos de diez minutos entre una y otra, según se indica en el sitio de la Clínica INDISA.

Sin embargo, según los especialistas, el proceso del parto y la forma debe ser elegido por la mujer, dependiendo de con cuál posición se sienta más cómoda, debido a todo el esfuerzo que ocurre.

El doctor Luis Ignacio De la Torre Chamy, ginecólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica que “distintas personas pueden encontrar comodidad dando a luz de pie, en cuclillas, utilizando algunos arnés, por ejemplo, o utilizando alguna de las mesas de parto integral que permite que la paciente pueda pujar y recibir su parto”.

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“La posición del parto siempre debe ser decidida por la paciente y su equipo médico, considerando también la experiencia del equipo para poder ayudar a la paciente en el proceso. También es importante decir que cada mujer puede escoger su posición y durante el trabajo de parto decidir cambiar de ella“, puntualiza el especialista.

El médico también aclara que la posición en la cual en Chile se reciben los partos, tiene mucho que ver con la escuela francesa. “Esto tiene que ver con los profesores en algunos siglos atrás. Algunos llegaron a nuestro país y ellos enseñaron la técnica que se usaba en Europa para atender el parto”.

Actualmente, la posición para dar a luz ha ido cambiando y hoy en día más que estar la paciente acostada con unos apoya pies para que pueda pujar, “la vemos más bien semi sentada, utilizando la fuerza de gravedad para ayudar en el proceso. La posición que se utiliza en Chile, ofrece la ventaja de que posterior al parto, ofrece una buena visión para distinguir si se han producido desgarros o heridas en el canal de parto y facilitar su curación”, concluye el especialista.