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El artista chileno Marco Evaristti se encuentra en medio de la controversia por su exposición "And Now You Care", donde utilizó a tres cerdos para generar conciencia sobre la industria de la carne en Dinamarca. La exposición tomó un giro inesperado cuando un grupo defensor de animales robó a los cerdos para liberarlos. Evaristti, fiel a sus principios, defendió su obra como una forma de abrir los ojos de la sociedad, aunque ha recibido críticas por su enfoque. El artista busca dar transparencia a temas relevantes y provocar un impacto para generar cambios. A pesar de la controversia, Evaristti sigue comprometido con su mensaje y espera que su obra pueda contribuir a un trato más humano hacia los animales.

Una búsqueda rápida en Internet, pone al artista chileno Marco Evaristti (62) en el ojo del huracán. Hace dos semanas, el también arquitecto, hizo noticia por la exposición “And Now You Care” (“Y ahora te importa”), una instalación que buscaba generar conciencia sobre el estado de la industria de la carne en Dinamarca.

Y Evaristti, fiel a sus principios, utilizó a tres cerdos: Lucía, Simón y Benjamín, para provocar una reacción en la gente. En ese sentido, la exposición realizada en Copenhague, dio un vuelco, luego que el grupo en defensa de los animales, De Glemte Danske, robara a los tres lechones para ponerlos en libertad.

Es que el artista, a través de su performance, no les daría comida ni agua a los animales. Desde Dinamarca, Evaristti, explica a BioBioChile, su motivación artística, en su obra, que no duda en catalogar, como “incomprendida” por parte de la prensa y la opinión pública.

Por definición, Marco expone que le interesan los asuntos políticos, además de los temas que conciernen al ser humano, a los animales y el medio ambiente. “Estoy trabajando con cosas que son relevantes para mí, que involucra a la sociedad donde yo vivo. Son cosas que me tocan”, recalca.

Por ello, Evaristti, se considera un hombre que tiene el propósito de dar “transparencia”, a los temas que le debe importar a la sociedad, para que “puedan abrir los ojos”, explica en conversación con BioBioChile.

“La única manera que puede abrir los ojos la sociedad, es que yo haga cosas que provoquen un efecto de choque”, complementa.

La controversia en torno a Marco Evaristti

Con relación a su obra artística, Marco Evaristti resalta que los cuestionamientos que recibe, son para denostarlo a él como persona y no implica una reflexión sobre su trabajo.

“Las críticas se enfocan en mi persona y no al objetivo de mi trabajo”, remarca. “Cuando se enfoca mi persona no me importa, porque lo importante es que mi obra se difunda. Si escribes mi apellido en Google, vas a ver que mi exposición “And Now You Care” (“Y ahora te importa”) ha estado en varias partes del mundo”.

“Lo más importante para mí es poder dirigirme a la gente, para que hagan un tipo de boicot y no compren el bacon o la carne de cerdo, que es importada desde Dinamarca”, resume.

De acuerdo con el Consejo Danés de Agricultura y Alimentación, en el país hay más de 5.000 granjas porcinas que producen 28 millones de cerdos al año. De hecho, la mayoría es sacrificada, puesto que el 70% de la carne porcina se exporta a los países de la Unión Europea, recoge The New York Times.

En la misma línea, el artista que hizo la muestra “Helena & El Pescador”, donde expuso a un grupo de peces al interior de una juguera, admite que “si puedo hacer un cambio en algunas personas, entonces la obra ha cumplido su misión”.

“Las organizaciones de animales en Dinamarca en este momento, me están ayudando. Mi trabajo está difundiendo el mensaje que quieren entregar, pero no tienen la fuerza que yo tengo como artista”.

“Si yo no me hubiera puesto estos tres lechones vivos en mi exhibición, ningún periodista habría escrito sobre mi trabajo. Entonces es una táctica estética y tan bien ética”, reconoce. “Entonces, una parte de mi trabajo es saber cómo puedo tener a la prensa, que tiene más fuerza que yo, para que puedan difundir el mensaje que quiero entregar”, puntualiza.

El arte para encontrar la verdad

“El arte es una mentira que nos acerca a la verdad”, cita Marco, recordando la icónica frase de Pablo Picasso. “Yo represento la verdad, con cosas verdaderas”, puntualiza.

Así las cosas, el arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de Copenhague, expresa a nuestro sitio web, que “cuando yo uso materiales de la vida cotidiana, acerco más al público, al trabajo que estoy haciendo”.

“Todas mis obras son malinterpretadas al comienzo, pero al final, siempre se entiende el mensaje que estoy enviando”, piensa Evaristti.

“La malinterpretación suele ocurrir de parte de la prensa”, afirma el chileno. “En Dinamarca, siempre están escribiendo cosas negativas sobre mí, cuando medios extranjeros, como The Washington Post, interpretan mi obra de forma relevante, la prensa danesa recién comienza escribir reseñas positivas”, agrega.

“Todos los que estaban en contra de mí, en este momento se encuentran difundiendo lo esencial de mi obra”, expone.

La explicación de “Y ahora te importa”

“‘¿Cuál es el mensaje de Evaristti?’ Voy a sacrificar tres cerditos, pero en realidad, quiero salvar a 28 mil cerditos, que mueren de hambre y de enfermedades, porque la producción en Dinamarca es demasiado efectiva”, relata, al mismo tiempo, que marca cada una de las palabras.

“Por una cerdita, hay ocho crías. En Dinamarca, al menos, se entregan 22 cerditos. Por esta razón, las cerdas no tienen suficiente teta, para alimentar a tantos animales”, cuestiona Evaristti.

Consultado sobre si estaba dispuesto a dejar morir a los lechones, que actualmente se encuentran en custodia en un monasterio, el artista es categórico en su respuesta. “La verdad, sí. Estaba dispuesto a sacrificar a tres animales, para salvar a 28 mil cerdos, que mueren a diario. Como Jesucristo que también se entregó por nosotros. A veces hay que sacrificar algo, para recibir”.

En 2023, el interés de Evaristti, por el estado de los animales, surgió después de leer una publicación en la prensa danesa. “Comencé esta obra, leyendo la noticia en uno de los diarios más importantes de Dinamarca, que hablaba sobre el transporte de esos animales hacia Alemania. Y de ahí comencé a investigar la producción de los cerdos en Dinamarca”.

“Al investigar, fui a YouTube y vi un montón de videos ilegales, los cuales muestran cómo se tratan a estos animales en Dinamarca”, rememora el artista chileno.

También, Marco Evaristti interpela que, en la actualidad, el kilo de carne de cerdo cuesta dos dólares, lo que implica que se este produciendo en grandes cantidades, subraya a BBCL.

“Yo no consumo carne en mi casa, pero si tú me invitas a comer y tienes carne, voy a comerla, pero voy a preguntar de dónde viene. Pero normalmente solamente como mariscos y pescado”.

El destino de los tres cerditos

Los tres cerdos se encuentran en custodia y ahora, Marco reconoce que junto a la policía danesa, “estamos averiguando de dónde vienen, porque los compré en un aviso de un periódico y al saber su origen, podemos darles una identidad”.

Es más, como una política agropecuaria del país europeo, estos cerditos se encuentran marcados en una de sus orejas, “para evitar que sean focos de infección”. Una vez que sea pesquisado su lugar de origen -cuenta Marco- podrán ser devueltos a un ambiente seguro.

Recordemos que la hija de uno de sus colaboradores, Caspar Steffensen, fue quien pidió salvar la vida de los cerdos que estaban siendo exhibidos en un almacén de carnicería en el “Meatpacking District” de Copenhague. “Él hizo esto a mis espaldas”, comenta el artista visual a BioBioChile.

“Caspar mintió, él dijo que los animales habían sido robados, pero en realidad, hizo un acuerdo con esta organización en defensa de los animales, De Glemte Danske, para que los sacaran de la exposición”.

Pese a todo lo vivido en estas últimas semanas, Evaristti es optimista sobre toda la “resonancia” que alcanzó su última obra, en los medios internacionales.

Finalmente, concuerda que su acción podrá servir para tratar a los animales de “una forma más humana”. “Lo más importante para mí, es dar un mensaje, yo soy más que nada, un mensajero”, concluye.