No todos los cuerpos son iguales, pero la sexualización de los niños y niñas que enfrentan los cambios prematuros, debe ser erradicada según los expertos.

En las últimas décadas el desarrollo de los niños y niñas cambió, motivando los cambios de la comunidad medico-científica en países como Estados Unidos, donde la pubertad desde los 5 años ya es una realidad.

Niñas que están jugando con muñecas, ven con asombro (y angustia) los cambios en su cuerpo antes de lo que se creía la normalidad. Una serie de factores tiene que ver con esto, entre ellos: lo étnico.

Hablamos con varias personas que por su origen, presentan diferencias a la hora de llegarles la pubertad, en contraste con uno de lo casos ejemplificados en The Journal Pediatrics, donde la edad es muy distinta al comparar el pasado y presente de este acontecimiento en las consultadas.

Pubertad desde los 5 años: la niña que jugaba con muñecas

Jennifer Benton, de 39 años, recibió un comentario inesperado de la maestra del jardín de niños al que iba su hija.

La cuidadora le dijo que la menor de edad, de tan solo 5 años, tenía los senos demasiado desarrollados para su edad. De alguna forma, esta madre sabía de lo que la otra mujer le hablaba.

“Fue realmente alarmante. Puede que fuera una niña alta, pero todavía era una niña. ¿Cómo es que su cuerpo es mayor que su edad real?”.

Motivada por la conversación, buscó ayuda profesional. Su hija, mientras tanto, jugaba con muñecas y miraba su programa favorito “Bubble Guppies” (Nick. Jr.).

“A las niñas simplemente las llamaban ‘rápidas’ o ‘demasiado maduras para su edad’”, aseguró esta madre. “Ahora entiendo que estaban luchando contra la pubertad precoz”.

En efecto, el término la dejó al tanto de una situación que se está volviendo cada vez más recurrente, por lo que la comunidad médico-científica está estudiando a fondo su impacto en los orígenes étnicos, tanto latinos, afroamericanos y nativoamericanos.

Jennifer Benton enfrentó el inicio de la pubertad de su hija a los 5 años
The Journal Pediatrics

Pubertad precoz: dos casos del pasado y del presente

Norma F., una mujer de 68 años, aseguró en conversación con BioBioChile, que su pubertad fue de las más normales, en su comuna natal de El Salvador.

“A los 15 (años). Ya vieja”, dice que tuvo su primer periodo menstrual, con un progresivo crecimiento de los senos. Se asustó “muchísimo”, siendo una adolescente que tenía que trabajar en San Salvador para poder llevar dinero a su familia.

“A la mayoría de personas de mi tiempo les pasaba como a mí”, reconoce.

Es de suma notoriedad el contraste de edad, más no de ansiedad, entre esta centroamericana y la hija de Jennifer en Estados Unidos.

A los 15 años, a mediados de 1950, la vida preparaba tanto a hombres como mujeres a crecer con celeridad. Los 5 años actuales, donde una niña comenzó su camino al desarrollo biológico, precozmente, muestra los acelerados cambios biológicos del pasado y presente, sin que se deba dejar de lado el componente emocional que esto significa en ellas.

“A veces, cuando los niños pasan temprano por la pubertad, su edad ósea avanza muy rápidamente”, advierte la Dra. Aviva Sopher, profesora asociada de pediatría en el Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia.

Al menos en territorio estadounidense, según The Journal Pediatrics, la llegada de la pubertad de los niños y niñas oscila entre los 7 y 13 años.

Sin embargo, el dato más preocupantes, es que la edad de esta fase vital sigue disminuyendo a razón de 3 meses cada década en los últimos 40 años. Lo que explica los dos casos antes ejemplificados y de que exista en algunas niñas la pubertad desde los 5 años.

Los contrastes de la pubertad entre el pasado y el presente
Vecteezy

¿Qué está causando la pubertad precoz?

Los estudios de la revista citada en esta nota, aseguran que la preocupación gira en torno, entre otros aspectos, a que antes de los ocho años, algunos niños y niñas presentan “desarrollo de senos, acné, vello púbico o voz más grave, incluso más jóvenes que el promedio”.

Sin embargo, para llegar a las causas de esta realidad, es importante separar estadísticas de la pubertad en los grupos étnicos. Estas últimas sugieren que

Entre 1997 y los últimos años, dos estudios mostraron los cambios en lo que a pubertad precoz respecta. The Journal Pediatrics mostró que el 14,3% de las niñas negras desarrollaban senos o vello púbico a los 6 años. En contraste, las niñas blancas de 6 años, representaban el 3,7 %.

Journal of Adolescent Health a principios del 2023 aseguró que las afroamericanas tenían más del doble de probabilidades de comenzar la pubertad temprano que las niñas blancas. Las niñas hispanas tenían 1,16 veces más probabilidades de mostrar signos de pubertad temprana que las niñas blancas.

Menos del 1% de la población estadounidense, es afectado por la pubertad precoz, según los Institutos Nacionales de Salud. Sin tener claridad del por qué, se barajan posibles causas como la dieta, la obesidad, la genética, el nivel socioeconómico y la posible exposición a ciertas sustancias químicas.

Se suma otra realidad sanitaria, la falta de cifras para determinar cuántos niños hispanos y de afroamericanos están enfrentando este dilema biológico y emocional sin ayuda especializada.

Además de ser sexualizados en su entorno, debido a su desarrollo temprano, “Definitivamente hay problemas de acceso a la atención”, asegura la Dra. Karen Klein, endocrinóloga pediátrica del Hospital Rady de San Diego, California.

The Journal Pediatrics considera que sexualizar niños con pubertad precoz les causa daños emocionales
ABC / España

Pubertad desde los 5 años: no todos los niños necesitan ayuda médica

Norma tuvo su primera menstruación a los 15. Le pregunta a las clientas estadounidenses de su tienda de conveniencia, en Oregon (EEUU), cuándo tuvieron su primera regla, como se le conoce en Latinoamérica. La curiosidad sobre el tema, la llevó a indagar por su cuenta.

“Dicen que entre los 10 y los 13 años. Cada uno es diferente”, aseguró en nuestra conversación.

En efecto, los estudios anteriormente citados sostiene que actualmente en esa nación norteamericana, los niños y niñas la pubertad llega entre los 8 y los 13 años. Por ende, la edad de menstruar se presenta a los 12.

La misma investigación asegura que en el siglo XIX, el ciclo menstrual llegaba en adolescentes que tenían 16 años y medio. A los 14 años se presentaban los primeros signos de pubertad (vello púbico y crecimiento de senos). El caso de Norma lo confirma de alguna forma, pero ya en la década de los 50.

La tendencias a cerca de la pubertad precoz es similares en Corea, Turquía y en algunas regiones de China. En Nueva York, el Journal of Pediatric Endocrinology and Metabolism, consideró que el estrés, la inactividad y el aumento de peso vinculados al Covid podrían estar contribuyendo a cambios bruscos.

“Es difícil demostrar que ésta fue la causa, pero claramente ha habido un aumento”, afirmó la Dra. Roopa Kanakatti Shankar, endocrinóloga pediátrica del Hospital Nacional Infantil de Washington, D.C.

En el siglo XIX las niñas tenían su primer menstruación a los 16 años
Levante-EMV

Cómo afrontar la pubertad precoz en la familia

No hay fórmulas mágicas al respecto. Sin embargo, los problemas de una pubertad precoz son su abordaje social, desde el hogar, hasta la forma de tratarla en el consultorio.

En el entorno del niño o niña que experimenta estos cambios tempranos, debe erradicarse toda forma de prejuicio, así mismo, la sexualización de éstos, pues los cambios corporales no siempre van de la mano con el desarrollo psicoemocional de quienes experimentan lo desconocido.

En el consultorio, la atención integral es clave: “Aunque… la medicina basada en la raza es defectuosa y perjudicial, su erradicación de la práctica diaria sigue siendo un desafío”, concluyeron pediatras de la Facultad de Medicina Warren Alpert de la Universidad de Brown.

Algo a tomar en cuenta, es que los médicos investigadores aseguran que no todos los niños necesitan ayuda médica, pero no deben dejar de lado la concientización y la orientación de los cambios en sus pequeños cuerpos.

“Determinar el mejor curso de tratamiento para un niño en particular puede depender de que los pediatras se tomen en serio los cambios físicos, así como del acceso a especialistas y a pruebas complejas y costosas”, concluyen los expertos.

Ayudar desde casa y luego en el consultorio, es tarea de familia, sociedad y los médicos que atienden a púberos precoces
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