Casi nadie desconoce que en algunas zonas mexicanas, los ciudadanos son asiduos a practicar la denominada “justicia por su propia mano”, muchas veces sin que se haya confirmado el o los delitos por parte del ajusticiado.

Justo de eso se salvó un alcalde en territorio azteca. Una turba enardecida estaba por acuchillarlo y estrangularlo, cuando lo libró una táctica que no falla, si se trata de conmover a quienes están frente a una situación compleja.

El medio local Televisa, confirmó la historia ocurrida en Oaxaca, específicamente en la localidad Villa Sola de Vega. Ahí, el edil, Esaú Núñez, estaba a punto de dar cuentas a la población, de la peor forma y luego de que se le ocurrió hacerse presente a tratar de dialogar con los inconformes, sin imaginar el grado de ira en estos.

Lo acusan de corrupción, malversar fondos y liberar a dos supuestos delincuentes. El proceder del funcionario oaxaqueño fue el detonante del descontento público, en una escena que nada tenía que ver con un cabildo abierto, como suele ocurrir en territorio mexicano, ya que esta vez la vía publica sería utilizada para castigarlo.

El registro que se viralizó de este episodio, muestra a un grupo de lugareños colocando una soga en el cuello del alcalde Núñez. Fue entonces que este comenzó a llorar frente a los presentes.

“Hey, ya dijimos que no con lágrimas”, le recrimina un hombre que estaba en el grupo. “Tranquilo”, le dice una voz femenina en el lugar, donde la situación empieza a bajar de tono.

No obstante, vino una clara advertencia de entre la concurrencia: “El gobierno no te puso; te puso el pueblo, y si el pueblo quiere que te saquen, vámonos…”, se escuchó en el video que fue ampliamente compartido en suelo mexicano y fuera de este.

La destitución o la vida

El episodio del pasado 27 de enero en Villa Sola de la Vega, ha tenido gran impacto en la opinión pública, como en la vida del protagonista de esta historia, quien estuvo a punto de perderla por su presunta corrupción en el manejo de la administración edilicia.

El medio citado por BioBioChile para corroborar esta noticia, dio a conocer posteriormente que Esaú Núñez fue destituido de su cargo de alcalde, debido a las acusaciones que pesaban en su contra por parte de los habitantes de su comuna y de las personas que estaban decididas a ahorcarlo y acuchillarlo.

Si bien, el funcionario fue dejado ir con vida, los pobladores no quitaron el dedo del renglón realizando, en días posteriores al evento, nuevas protestas de calle y bloqueos hasta conseguir soluciones a sus reclamos por la forma de gobernar del edil.

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Se determinó, ahora sí, la realización de un cabildo abierto en el que destituyeron a Núñez de sus funciones.

En el mismo encuentro se nombró a su sucesor. La responsabilidad, en toda la extensión de la palabra, recae ahora en Gregorio Cruz Ríos, quien funge el cargo de forma interina, mientras se llevan a cabo elecciones municipales en México.

La legislatura local debe avalar, sin embargo, la destitución de Núñez, algo que de no concretarse podría poner fin a la tensa calma que rige en el lugar, ya que los pobladores han quedado conformes con la salida del señalado, pero siguen exigiendo una investigación por su presunta corrupción y otros posibles delitos.

Escarmiento público

No todos los funcionarios públicos en México se han salvado del escarmiento, usando las lágrimas u otro medio de disuasión para sortear la furia de las turbas.

En 2019, en el Estado de Chiapas, el alcalde de la localidad Las Margaritas, identificado como Jorge Luis Escandón Hernández, no corrió con la suerte de su similar de Oaxaca. Terminó atado a una camioneta y fue arrastrado por varias calles, según medios locales que tuvieron acceso al video que mostraba el castigo público al funcionario municipal.

Escandón los hizo enojar, a tal punto de ese escarnio y venganza, ya que incumplió promesas de campaña, entre estas, la construcción de una carretera en la zona, según publicó El Heraldo.

El edil vive para contarlo debido a que la policía detuvo el vehículo en el que estaba siendo arrastrado. La intervención terminó con 30 detenidos, 20 lesionados y una acusación de secuestro contra decenas de personas, que se dirimió en tribunales, terminando la mayoría absuelta por el suceso.

En 2015, en la vecina de México, Guatemala, otro alcalde fue noticia de forma similar, pero mucho más trágica.

Una turba linchó y quemó vivo al edil de Concepción, en Sololá, departamento suroccidental de esa nación centroamericana.

Bacilio Juracán, intentó, según reportes de la BBC, esconderse en una casa con muros enormes, pero ni eso lo salvó de morir a manos de un grupo de habitantes de la zona.

Al intentar defender a su padre, quien fue sacado y golpeado de su vivienda, uno de los hijos del alcalde fue herido de un machetazo.

Tras quemarlo vivo, los que decidieron tomarse la justicia por su propia mano, procedieron a quemar varios vehículos de la comuna.

A Jucarán lo vincularon al ametrallamiento del auto de Lorenzo Sequén, un adversario político del edil, quien pujaba por una investigación ante presuntos manejos ilícitos en la comuna.

Durante la noche, en la que ocurría la presunta venganza contra el alcalde, también fueron incendiados comercios como un café y almacenes del municipio.

Varias personas fueron detenidas por el homicidio del edil, en un inicio denominado “linchamiento”, como del que se salvó el alcalde oaxaqueño Núñez.

Telemundo